Con el tiempo vas adquiriendo experiencia, compartiendo momentos con tus compañeros de equipo, y vas conociendo las debilidades y los potenciales de cada uno: su manera de correr, de vivir las carreras, de entrenar, de recuperarse... Pero hay un nexo común que misteriosamente une a todos los Xabalinos ensin Llendes (XELL), la secciónde trail deXixón Runners. Si quieres que corran por el monte, no les hables de desniveles, de kilómetros de la prueba, ni de lo bonito que será el recorrido y las vistas que vas a tener. Hay que hablarles claro, hay que hablarles… de comida. El único perfil que les importa es el de la mesa de la comida post-carrera. Teniendo esto en cuenta, una buena publicidad del convite, unas las fotos de la carrera del año pasado y al final casi 8 XELL apuntados (y digo casi porque alguno prefirió empezar a disfrutar de la carrera la noche anterior en las fiestas del pueblo, y el consejo de seguridad de los XELL decidió que era peligroso dejarle correr por el riesgo de combustión espontanea del sudor).
Después del habitual calentamiento previo de los ánimos vía nuevas tecnologías, desafíos y retos varios de los miembros del equipo, arribamos a La Mudrera (Pueblu afayadizu donde los haya). Tempranito por las cosas de aparcamiento. Recogida de dorsales y primera prueba de fuego: ¡cómo olía a bollu preñau! Os juro que me acompaño ese olor durante toda la carrera. Bueno, al final ya más bien olía como debe oler un xabalén en una clase Spinning, pero nada que no repare una buena ducha de agua caliente en el campo de fútbol del Tuilla (después de la gélida experiencia del año pasado, este año quería probar las duchas de los cobardes ). Fotos de rigor en la salida, saludos a compañeros y caras conocidas, y allí nos encontramos con Fitu María, dos grandes que nos acompañaron en algún entrenamiento por la zona y que durante la misma formaron parte de nuestro equipo como dos xabalinos más.
La salida como siempre, atrás del todo. Alguno que quería hacer algo meritorio estaba avisado de los tapones que se formaban al principio. Nada, ni así, todos atrás, para no variar, aunque en mi caso, esa es mi posición natural. Comienza la subida: mucha gente animando, Muchas cámaras de fotos, mucho móvil y yo intentando mantener la compostura para que no se me salga el corazón por la boca en las primeras rampas Aparece MariaW haciendo fotos y animando, y yo sudando ya la gota gorda para no distanciarme mucho del grupo de Fitu, María y Luis. Llegamos a la primera cima y espero un poco a Xarly para ver que tal va y ya tiramos más o menos juntos toda la carrera. Por más que intento dar caza a Luis, no hay manera (carrerón tío) así que decido quedarme definitivamente con Xarly y un grupito que nos íbamos alternando. Intento tirar un poco mas de Xarly para ver si éramos quien a pillarlos en el avituallamiento, pero nada. No hay manera de recortar metros. Coño como tira el cabrito de Luis (después de someterlo a un persuasivo interrogatorio confeso que Fitu y María lo habían llevado en brazos la mitad de la carrera. Lástima que no haya documento gráfico).
Empieza la bajada, Xarly pegado a mi trasero y dos rapacines más que tuvieron sus más y sus menos en la zona después de pasar el zoológico perruno mixto (¡qué fauna tíos!). Tres o cuatro patinazos y alguna caída nos hacen ralentizar un poco. Más vale llegar entero, y con mis dos tobillos funcionales, que de momento se iban portando. Segundo avituallamiento, lo paso de largo, y al bosquecito, para mí, de las zonas más chulas de la carrera (aún no conocía el tramo nuevo) Llegamos a la piscina, y ahora sí, el tramo nuevo, que no conocía, y que va a tardar en olvidárseme. Marcha corta modo tractor y ala ¡¡p’arriba!! Aparece Sonia y se une a nosotros en la subida, aunque al final nos “hace un Isma” de libro. Pero ostia, cuando parecía que se acababa, ala, más pindio aún. He de reconocer que tuve malos pensamientos sobre el que se le ocurrió poner ese añadido, pero bueno, sin mala intención ¿ehh?. Fin de la subida, bajar guay. Iluso de mí. Bajada técnica, muy guapa, estupenda para joder el tobillo que me quedaba medio sano en el sitio más fácil. Paro un segundo pensando que es más grave de lo que en realidad fue y Xarly tira de mi, decididos a seguir pese al dolor. A los 5 minutos, o no me duele, o no me acuerdo, o más bien es lo que menos me duele. Afortunadamente fue algo que con una merma del hielo de los cacharros para aplicársela al tobillo, fue suficiente.
Otra vez en la piscina, ya no queda nada, no me duele nada (jajajjaja) ¡¡p’arriba!!. Cuando queda la cuesta de hormigón, en la que pierdes la poca compostura que te queda (que se lo digan a Berges), aún alguien me grita. “–¡Eso hai que subilo corriendo!”. Es entonces cuando te das cuenta de lo importante que es que no puedan escuchar lo que piensas. Jejeje.
A media cuesta, me encuentro con Juan haciendo fotos, las que corroboran lo de la perdida de la compostura, y al fin, la meta, entrando con Xarly el grande. Un placer correr contigo chaval.
Recuperación rápida, y Cefe y servidor decidimos ir a buscar al Presi, que suponía que iba tocadito, pero cuando salimos, allí nos aparece, elegante a la par que discreto y funcional nuestro presidente del club. Sabiendo lo que te cuesta bajar, tío, me descubro ante ti. Y mil perdones por dejarte solín… te lo compensaré.
Respecto al resto del equipo, Cefe paseándose y pasándose a todos los que le había retado por los mismísimos, Checa cada día sorprendiéndonos más (y eso sin entrenar), David un éxito, sobre todo haber conseguido bajarse los gemelos de la altura del trasero y finalizar la carrera, Luis un carrerón, y Xarli y yo…pues eso, Xarly y yo. Y que no se me olviden Fitu y María y todos aquellos que compartisteis la carrera con nosotros, Sonia, Yolanda, etc. Gracias.
De la post-carrera, que decir. Comida a esgaya, risas mil, y diversión asegurada.
La organización, señores, solo os diré una cosa. Sois un ejemplo desde el primero hasta el último. (Incluido el que añadió el último tramo, que al final moló mucho jejeje). Si el año pasado fue una de las carreras que más me gustó y disfruté, este año por mi parte lo habéis superado. Gracias a todos.
Y como final, aprovecho para anunciar que esta será mi última crónica en primera persona puesto que comienza para mí una retirada provisional de la alta competición en carreras de montaña (he elegido las palabras justas para que Cefe este riéndose de mí al menos un par de horas dado mi nivel “competitivo”). Es el momento justo para realizar un parón y enfrentarme a un reto personal y volver con energías renovadas. No os libraréis de mí, pero en lugar de entorpecer el paso, espero veros detrás de una cámara… ¡¡o de un cencerru!!
Nos vemos Collacios.
Texto.: Alejandro Campomanes
Fotos.: © Carreras Asturias, Gilber Tomas Martínez, Juan Suárez.
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