El domingo 15 de enero (2017) se celebró en Sobrescobiu el trail Castañeru Montés, que en esta cuarta edición se reinventó en recorrido y nombre para volverse un poquito más montañero. 11 km muy “corribles” con 1300 m de desnivel acumulado, en el entorno privilegiado del parque natural de Redes y con una muy buena organización, lo que hace que los dorsales se agoten siempre y la gente tenga ganas de repetir año tras año.

Un par de días antes de la carrera empezaron a llegarnos imágenes del recorrido completamente cubierto de nieve. La verdad es que los paisajes eran una pasada, pero a mí me asustó un poco: nunca había corrido sobre nieve y no tengo mucho material adecuado para el frío. Así que en pleno ataque de agobio me acerqué a las rebajas y compré unas zapatillas decentes que agarran sobre terreno húmedo y amortiguan y demás. Bueno, lo cierto es que hacía tiempo que tenía ganas de unas y esta fue la excusa perfecta, jjj…


El día de la carrera, a pesar del frío y la lluvia intermitente, había un ambiente genial: muchas CorreConEllas, conocidos de otras carreras, compañeros de Xixón Runners… Aunque llegamos con tiempo, entre tomar el café y saludar y hacer vida social me dio la salida y no había calentado. Bueno, cosas que pasan en los trails. O al menos a mí me pasan, jajaja.

Del recorrido poco puedo decir. La montaña engancha. En mi caso sé por qué me atrae: siempre, siempre me hace desconectar, me traslada a un mundo paralelo. Hay ratos de hablar con los compañeros, con otros corredores o con los voluntarios; y hay ratos de silencio con la mente en blanco, de dejar que el cuerpo se mueva solo hacia adelante y notar cómo se expande por dentro el calor del movimiento mientras alrededor todo es frío. No sé por dónde corrimos, no podría ir sola aunque quisiera. Sólo sé que a veces miraba a mi derecha y veía un valle lleno de niebla con picos nevados al fondo. O miraba hacia adelante y veía un riachuelo bajando por entre unos árboles. O miraba hacia abajo y sentía crujir la nieve bajo mis pies. Y sobre todo el silencio. Eso es lo que me hace sentir viva y con ganas de reírme como una loca mientras me dejo caer por las bajadas llenas de barro.

Como siempre, fui con mi fiel compañera Vicky. Cova nos acompañó en la primera mitad del recorrido, pero luego siguió adelante con su ritmo. Esta fue mi primera carrera más o menos oficial como Xixón Runner (nota mental: pagar la cuota de socia) y con permiso del resto de socios y de mi colega de fatigas, declaro inaugurada dentro del club la sección “Tractoristas XixónRunners”: duras, lentas y fiables, siempre llegamos. De las últimas, pero llegamos y sobre todo disfrutamos muchísimo, del antes, del durante y del después.

¡A seguir este 2017 dándole a la zapatilla por los montes asturianos y de más allá!

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Texto: Diana Alonso Rodríguez
Fotos: © Área Fotográfica, CapitanPola, José Luis Lastra, Chechu Xosenel, La aventura interminable