Archive for julio 2018
21 Lunas
Pues, después de más de 2 años en el Club, aquí va mi primera crónica de una carrera, 21 Lunas y Media, la 1/2 Nocturna de Ponferrada:
Sábado 21 de Julio, después de trabajar de 9 a 15 me pasan a recoger Fonsi, Judith y Hugo y nos encaminamos a Ponferrada vía Villablino, y después de algo menos de 3 horas y unas cuantas curvas llegamos a nuestro destino, pasamos directamente a por la bolsa del corredor antes de ir al hotel, una bolsa del corredor que por 12€ de inscripción viene cargada de sorpresas: camiseta, manguitos, gorra, botella de vino del Bierzo, 2 geles, 2 barritas y 2 vales para la paella de después, nada mal. Nos vamos para el Hotel para hacer el Check in y dejar las cosas preparadas que aún nos faltan unas horas para la carrera, así que nos damos un paseíto, nos tomamos un café para cargar pilas y volvemos al hotel a cambiarnos, colocarnos los dorsales e ir hacia la Salida.
Llegamos 30 minutos antes al pie del Castillo de los Templarios desde donde se ve ya el arco de salida, mucho ambiente, muchas fotos, videos y música, faltan 25 minutos para la salida y Hugo se va corriendo hasta el Hotel a dejar el corta-vientos que aún no entiendo para que lo llevó, cuando en Febrero se hace el Trail de Xixón en manga corta…en fin… a 5 minutos nos volvemos a reencontrar los 4 y ya nos mandan colocarnos tras el arco, nervios, nervios…, 2 años sin correr una 1/2 maratón y para colmo ésta no la llevo preparada por el parón obligatorio los últimos 15 días….(una semanita con anginas y la siguiente en Cáceres examinándome para el titulo de profesora de Yoga) pero ahí estamos, había que salir.
10:30 de la noche, pistoletazo y nos encaminamos por la Av. del Castillo, el pulso acelerado y no es por el esfuerzo, Hugo a mi lado para apoyarme, primera subida y me quedo un poco atrás, Fonsi y Judith van con la liebre de las 2 horas, esa era mi idea, pero los nervios me hacen quedarme atrás unos metros, nos adelanta uno vestido de Romano… mi pulso sigue alto por los nervios a no poder terminar, pero Hugo me calma y el ambiente de alrededor es muy bueno, y así van pasando los kilómetros, 1, 2, 3, 4…y yo cantando mentalmente un mantra para calmar los nervios…
Callejeamos por el centro, de repente un indigente está agachado en medio de la calle, los corredores le esquivan, coge su mochila y con impulso, dentro de lo que sus fuerzas de mala vida le permiten, intenta darle en la espalda a la chica que va delante de nosotros, Hugo le pega un grito y lo empuja fuera de la calle, el hombre se tambalea, pero el alcohol hace estragos y desde luego no tiene fuerza para mas, ahí se queda…en una triste anécdota de una crónica…
Seguimos corriendo, unos metros mas adelante, un chico desde la acera nos grita “¡¡vamos campeones!!” lo miras para darle las gracias y lo ves todo emocionado animándonos desde su silla de ruedas…—Tu si que eres un campeón…unos desperdician su vida, mientras otros que la querrían disfrutar de mejor manera no pueden…y pienso: —¡¡¡que narices hago aquí quejándome por un dolor de rodillas, tengo que terminar aunque sea a rastras!!!
Parece que la carrera tiene mas bajadas que subidas, no vamos mal, solo sigo nerviosa por miedo al dolor que me da en las rodillas cuando tengo un parón de una semana sin entrenar, pero parece que vamos bien, llega el kilometro 8 y empiezo a tomar un gel, es muy espeso, por suerte Hugo va con la botellita de agua y así pasa mejor, llegamos a la mitad de la carrera…madre mía y todavía otro tanto más, pienso que no lo conseguiré.
No se en que kilometro de la carrera nos dobla el primero, creo que fue hacia el kilometro 11, iba sobrado, al segundo ni se le veía venir.
Llega el kilometro 13 y ahí está, un ligero pinchazo en la rodilla derecha que sé que me va a fastidiar los siguientes kilómetros, paro, estiro un poco el cuádriceps, el glúteo y pienso que se acabó por hoy, pero veo una “señal” que me obliga a seguir, y sigo….parece que se fue, igual libro, un kilometro más y vuelve el pinchazo….sacudo la pierna, rodilla al pecho, talón al glúteo y sigo un poco mas, le digo a Hugo que tire, que yo creo que tengo que parar, pero no se despega de mi, tampoco me dice nada, solo que no hable…mira quien va a hablar…me ofrece agua, pero no tengo ni sed, tomo un sorbito para que no me diga nada y sigo renqueando, vemos la liebre de las 2 horas en el carril de vuelta, cerca de ella Fonsi y Judith, nosotros seguimos, recta rotonda, recta rotonda… y así siguen pasando kilómetros, 15, 16, 17….paro, camino, estiro, corro de lado, hacia atrás, me río con un corredor que va mas o menos como yo, parecemos de “Walking Dead” paro, camino, corro… y así hasta el kilometro 20…Dios!! ya no queda nada, llevo mas de 2 horas, pero ¡¡¡ésta la termino!!! paro otra vez (nunca me había dolido tanto la rodilla)
Me adelanta un grupito con un chico que va muy sobrado, pero que como Hugo, va acompañando a 2 ó 3 de su mismo equipo, mira hacia mí y me da un grito: ¡¡¡VAMOS!!! , hombre, pues si te vas a poner así tiraremos un poco más, no me extraña que los que iban con él no se rindieran, jajaja, llegamos a la pista de atletismo, —solo 500 metros!!, nos gritan desde la acera, entro por una alfombra roja que me destroza aún mas las rodillas ya que hay que levantar las piernas para no tropezar, seguimos con nuestro colega de Walking Dead al lado, nos animamos mutuamente, —ya está, ya está!
Entramos en el tartán despellejado de la pista, solo media vuelta y el arco de llegada está ahí, Hugo enciende en el móvil un video en directo, no estoy nada cansada, solo dolorida, la verdad es que ni sudo, le cojo de la mano y entramos juntos en meta, nos ponen la “merecida” medalla de finisher, y se acabó, paro como si nada, en otras carreras soy incapaz de parar de golpe, pero en esta paré tantas veces que no me afecta, lenta pero ¡hecha!, 2 horas 14 minutos, la media mas lenta que he hecho y la que más me costó terminar.
Cerveza en el avituallamiento final, para celebrar la carrera, y paella para todos…menos para mi, nadie se acuerda de los vegetarianos en estas cosas…así que para la camina sin cenar, ¡castigada por lenta! jajaja menos mal que una es previsora y se guarda una tableta de chocolate en la maleta…
Desde luego no la habría terminado sin ti, Hugo, gracias por apoyarme, animarme y cuidar de mi, todo un ejemplo de compañero de equipo, amigo y pareja, hasta me enrollo casi tanto como tu en la crónica jajajaa. GRACIAS.
Si te gustó la crónica puedes dar me gusta a nuestra página de Facebook: Xixon Runners, twitter: @Xixonrunners, leer nuestras próximas crónicas en la dirección web: www.blogspot.xixonrunners.com o ver nuestras fotos en Instagram: Xixon_runners
(c) Texto: Begoña Díaz
(c) Fotos: Begoña Díaz
Sábado 21 de Julio, después de trabajar de 9 a 15 me pasan a recoger Fonsi, Judith y Hugo y nos encaminamos a Ponferrada vía Villablino, y después de algo menos de 3 horas y unas cuantas curvas llegamos a nuestro destino, pasamos directamente a por la bolsa del corredor antes de ir al hotel, una bolsa del corredor que por 12€ de inscripción viene cargada de sorpresas: camiseta, manguitos, gorra, botella de vino del Bierzo, 2 geles, 2 barritas y 2 vales para la paella de después, nada mal. Nos vamos para el Hotel para hacer el Check in y dejar las cosas preparadas que aún nos faltan unas horas para la carrera, así que nos damos un paseíto, nos tomamos un café para cargar pilas y volvemos al hotel a cambiarnos, colocarnos los dorsales e ir hacia la Salida.
Llegamos 30 minutos antes al pie del Castillo de los Templarios desde donde se ve ya el arco de salida, mucho ambiente, muchas fotos, videos y música, faltan 25 minutos para la salida y Hugo se va corriendo hasta el Hotel a dejar el corta-vientos que aún no entiendo para que lo llevó, cuando en Febrero se hace el Trail de Xixón en manga corta…en fin… a 5 minutos nos volvemos a reencontrar los 4 y ya nos mandan colocarnos tras el arco, nervios, nervios…, 2 años sin correr una 1/2 maratón y para colmo ésta no la llevo preparada por el parón obligatorio los últimos 15 días….(una semanita con anginas y la siguiente en Cáceres examinándome para el titulo de profesora de Yoga) pero ahí estamos, había que salir.
10:30 de la noche, pistoletazo y nos encaminamos por la Av. del Castillo, el pulso acelerado y no es por el esfuerzo, Hugo a mi lado para apoyarme, primera subida y me quedo un poco atrás, Fonsi y Judith van con la liebre de las 2 horas, esa era mi idea, pero los nervios me hacen quedarme atrás unos metros, nos adelanta uno vestido de Romano… mi pulso sigue alto por los nervios a no poder terminar, pero Hugo me calma y el ambiente de alrededor es muy bueno, y así van pasando los kilómetros, 1, 2, 3, 4…y yo cantando mentalmente un mantra para calmar los nervios…
Callejeamos por el centro, de repente un indigente está agachado en medio de la calle, los corredores le esquivan, coge su mochila y con impulso, dentro de lo que sus fuerzas de mala vida le permiten, intenta darle en la espalda a la chica que va delante de nosotros, Hugo le pega un grito y lo empuja fuera de la calle, el hombre se tambalea, pero el alcohol hace estragos y desde luego no tiene fuerza para mas, ahí se queda…en una triste anécdota de una crónica…
Seguimos corriendo, unos metros mas adelante, un chico desde la acera nos grita “¡¡vamos campeones!!” lo miras para darle las gracias y lo ves todo emocionado animándonos desde su silla de ruedas…—Tu si que eres un campeón…unos desperdician su vida, mientras otros que la querrían disfrutar de mejor manera no pueden…y pienso: —¡¡¡que narices hago aquí quejándome por un dolor de rodillas, tengo que terminar aunque sea a rastras!!!
Parece que la carrera tiene mas bajadas que subidas, no vamos mal, solo sigo nerviosa por miedo al dolor que me da en las rodillas cuando tengo un parón de una semana sin entrenar, pero parece que vamos bien, llega el kilometro 8 y empiezo a tomar un gel, es muy espeso, por suerte Hugo va con la botellita de agua y así pasa mejor, llegamos a la mitad de la carrera…madre mía y todavía otro tanto más, pienso que no lo conseguiré.
No se en que kilometro de la carrera nos dobla el primero, creo que fue hacia el kilometro 11, iba sobrado, al segundo ni se le veía venir.
Llega el kilometro 13 y ahí está, un ligero pinchazo en la rodilla derecha que sé que me va a fastidiar los siguientes kilómetros, paro, estiro un poco el cuádriceps, el glúteo y pienso que se acabó por hoy, pero veo una “señal” que me obliga a seguir, y sigo….parece que se fue, igual libro, un kilometro más y vuelve el pinchazo….sacudo la pierna, rodilla al pecho, talón al glúteo y sigo un poco mas, le digo a Hugo que tire, que yo creo que tengo que parar, pero no se despega de mi, tampoco me dice nada, solo que no hable…mira quien va a hablar…me ofrece agua, pero no tengo ni sed, tomo un sorbito para que no me diga nada y sigo renqueando, vemos la liebre de las 2 horas en el carril de vuelta, cerca de ella Fonsi y Judith, nosotros seguimos, recta rotonda, recta rotonda… y así siguen pasando kilómetros, 15, 16, 17….paro, camino, estiro, corro de lado, hacia atrás, me río con un corredor que va mas o menos como yo, parecemos de “Walking Dead” paro, camino, corro… y así hasta el kilometro 20…Dios!! ya no queda nada, llevo mas de 2 horas, pero ¡¡¡ésta la termino!!! paro otra vez (nunca me había dolido tanto la rodilla)
Me adelanta un grupito con un chico que va muy sobrado, pero que como Hugo, va acompañando a 2 ó 3 de su mismo equipo, mira hacia mí y me da un grito: ¡¡¡VAMOS!!! , hombre, pues si te vas a poner así tiraremos un poco más, no me extraña que los que iban con él no se rindieran, jajaja, llegamos a la pista de atletismo, —solo 500 metros!!, nos gritan desde la acera, entro por una alfombra roja que me destroza aún mas las rodillas ya que hay que levantar las piernas para no tropezar, seguimos con nuestro colega de Walking Dead al lado, nos animamos mutuamente, —ya está, ya está!
Entramos en el tartán despellejado de la pista, solo media vuelta y el arco de llegada está ahí, Hugo enciende en el móvil un video en directo, no estoy nada cansada, solo dolorida, la verdad es que ni sudo, le cojo de la mano y entramos juntos en meta, nos ponen la “merecida” medalla de finisher, y se acabó, paro como si nada, en otras carreras soy incapaz de parar de golpe, pero en esta paré tantas veces que no me afecta, lenta pero ¡hecha!, 2 horas 14 minutos, la media mas lenta que he hecho y la que más me costó terminar.
Cerveza en el avituallamiento final, para celebrar la carrera, y paella para todos…menos para mi, nadie se acuerda de los vegetarianos en estas cosas…así que para la camina sin cenar, ¡castigada por lenta! jajaja menos mal que una es previsora y se guarda una tableta de chocolate en la maleta…
Desde luego no la habría terminado sin ti, Hugo, gracias por apoyarme, animarme y cuidar de mi, todo un ejemplo de compañero de equipo, amigo y pareja, hasta me enrollo casi tanto como tu en la crónica jajajaa. GRACIAS.
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(c) Texto: Begoña Díaz
(c) Fotos: Begoña Díaz
viernes, 27 de julio de 2018