Archive for junio 2015

II Desafío Balmori/Resquilones – 28 de junio de 2015

¿Locura? ¿Flipación absoluta? ¿Sirocco? Un poco de todo esto tiene, pero la realidad viene en el propio nombre de la Carrera (con mayúsculas) … “DESAFÍO”

Con la consecución del kilómetro 32 se cierra el primer ciclo de muchos que decidimos crear junto al entrenador Marcos Peón que empezó con la Media Maratón de Gijón donde nos quedamos a 2 minutos largos del objetivo, que siguió con un aceptable Trail Cuarto la Riera y que continuó en Nava con unas sensaciones buenísimas para encarar esta prueba.



Cuando uno se plantea traspasar la línea del dígito kilométrico decenal del 2 al 3 el reto se engrandece a dimensiones insospechadas hasta que no estás dentro del “fragor de la batalla” y por supuesto a un terreno nunca pisado y en consecuencia, no imaginado no te das cuenta de a lo que te enfrentas.

Así pues y tras sopesar la posibilidad de la carrera de 12 kilómetros como algo lógico y mesurado propusimos la otra. La respuesta fue tajante… “SÍ”, “Aullaremos juntos a la Luna”. Hala, venga, al tema, con un miedo de la hostia, con un respeto más o menos similar y por supuesto, con un par de cojones, unas ganas y una ilusión inimaginables.

Recuerdo ir con Chus y Cefe a hacer la mitad del Trail de Gijón echando 3 horas por el monte impregnándome de positividad al lado de estos dos elementos y esa extraña facilidad de Cefe de verlo todo accesible y fácil que a mí, por lo menos, me encanta y me llena aunque a veces den ganas de mandarle a la mierda. Entrenamientos con Isma, yendo de nuestro barrio a la Providencia y volver en un sábado por la mañana echando 2 horas sin preocuparnos por gps, desniveles y demás disfrutando del entrenamiento y conversación donde se van edificando las verdaderas amistades… la subida al Sol y a La Ñora (y otras tantas) con Campomanes, las tiradas por el Fluvial con David, con Sergi, con Luis, con Rubén, con Checa haciendo equipo y recibiendo mensajes de ánimo. El talento de Tony y de Cristóbal, un escalón por encima de nosotros en tiempos y en entrenamientos pero a nuestro nivel en cuanto a compañerismo y ánimos y por supuesto, los gemelos… otro ejemplo a seguir en cuanto a colegueo y positividad. Y el Gurriato… ese, bueno, es caso aparte… siempre ahí, con su aliento y su apoyo. Ah! Y no me olvido de Merino, por supuesto. Un grande. En definitiva, el equipín… el grupo de gente que me apoya y que confió en mí desde hace un año y al que le debo gran parte de la medalla de finisher de los 32 kilómetros.

Vamos al tema que una treintena de kilómetros y su propina dan para mucho.

El jueves llega el primer contratiempo y es que no tengo transporte, así que gracias a Vanesa del “Corre con ellas” logro un hueco en el coche que me lleve hasta Balmori y así poder comparecer en la carrera. La noche del sábado dejo todo absolutamente y concienzudamente preparado para no olvidarme de nada.

La previsión metereológica falla, en este caso a nuestro favor ya que no hace sol y la temperatura es agradable. Dorsal, guardarropa y a estirar que no hay tiempo. Delante de ti tienes el Alto de los Resquilones, más que delante, encima. Es el punto al que más alto hay que subir y es el Kilómetro 10 de la carrera.

Vamos a la carrera:

Siguiendo los consejos de los “sabios” y del entrenador, la táctica era dividir el recorrido en 3 partes bien diferenciadas, y dentro de ellas una nueva subdivisión.

PARTE 1.- La subida a Los Resquilones. Consistía en tirar muy suave hasta el kilómetro 5 más o menos. Ese terreno, mezcla de zahorra y arena de playa era para hacerlo suave y tendido, cogiendo una buena “rueda” y no desgastarse ni lo más mínimo… salió como se tenía previsto… conversación con una chica de la A.D. Moal y un veterano curtido en mil batallas venido desde Santander que no paraba de arengarnos con “Despacio, despacio, que queda mucho”.

La segunda parte es la parte crítica de la carrera. La subida a La Tornería. 3 kilómetros interminables con un desnivel que roza el 12% con un asfalto que merma las piernas y la moral de más de uno que pidió ayuda por haberse “matado” en la anterior subida. Demoledor, las piernas tiran, el corazón tira y la mente empieza a desgastarse porque el serpenteo hace que veas un montón de gente por delante de ti. Diez pasos corriendo, veinte caminando… Ahora corremos hasta ese punto, venga dos pasos más, venga 10 más… así hasta Los Resquilones. Entramos en la parte guapa, el “trail”, una subida tendida de 2 kilómetros muy corrible pero que la mente te pide tranquilidad. En ese punto se ve a la gente que retrocede de bajada y te anima. Aquí llega una de las anécdotas del día ya que una oveja se pone a mi lado a balar como indicándome el camino, al ver que llevo otro, vuelve sobre sus pasos a balarme más fuerte… increíble. Coronamos Resquilones … 1 hora, 12 minutos. ¡Pse!

PARTE 2.- Resquilones – Meré. La bajada. Nos queda por delante una Media Maratón. Un rebaño de vacas cruza el trazado de la carrera y me quedan unos 50 metros para pasar por ese punto 2 vacunos se quedan rezagados y me miran con avidez. En ese momento no sé si mi camiseta roja sirve de señuelo pero una de ellas hace ademán con la pezuña. Pego dos voces de “Gol en Las Gaunas” y parece que se apartan… continúo.

Aquí empezamos a bajar, qué relax, como van las piernas, es una auténtica delicia porque parece que bajas solo. Kilómetros a 5:05, a 5 exactos, incluso uno a 4 largos. En este momento aparece una situación que nunca se me había dado en carrera. El tedio, el más absoluto de los aburrimientos. Estoy solo, completamente solo. No veo a nadie por detrás ni mucho menos por delante. Es correr, bajar una carretera de asfalto mezclado con algo de gravilla que no hace más que minarte la moral en busca del siguiente dígito kilométrico. Es curioso, pero las tres últimas comparecencias en competición las he hecho solo, ni un solo compañero del equipo ha tenido a bien inscribirse y eso, queráis que no, se nota. Se echa en falta un Campomanes alentando, un Isma animando o un Cefe… bueno, ejem, un Cefe… a secas.

Llegamos al avituallamiento del 22 en Meré y finalizamos la Parte 2 en 2 horas 31 minutos.

PARTE 3.- Meré – Balmori. Es quizás la parte más dura de la carrera aunque parezca mentira. Ya es solo cuestión de cabeza. ¿Piernas? “Aquí estamos, no nos jodas mucho más que paramos, eh” ¿Corazón? “Bien, bien, bombeando” ¿Rodillas? “¿Es a nosotras? Nosotras aquí estamos, no sé lo que te duraremos, eh” ¿Tiempo? “No me jodas eh, que te queda hora y media pa 10 kilómetros”.

Es la Carretera General que lleva a Posada de Llanes, con sus marcas kilométricas la que te va marcando el camino. Increíble, aparece la gente. Paso a un compañero cojeando sensiblemente, tiene un tirón que le impide correr pero sigue caminando intentando sortear el corte de 4 horas, se ve jodido pero sigue. Adelanto a otro corredor que simplemente “no puede más” Y en el 24 me junto al que sería mi compañero hasta casi el final de la carrera. Un mierense que vive en Gijón y que se llama Jose. Vamos hablando de todo un poco, alternando carrera con caminata. Estamos en el 27 y ya se pasa absolutamente de todo, lo mismo da caminar que correr que gatear que saltar que hablar que mirar pal paisaje.

En el 28 nos bifurcan hasta un terreno de gravilla propio del trail e incomprensiblemente empiezo a recobrar fuerzas que me ponen a correr. De tiempo vamos sobradísimos y la cabeza empieza a pensar en la meta. Qué bien hemos planteado la prueba, joder. En este tramo de la carrera hay gente animando pero con el gps un poco “revirao”, uno te dice 4, al poco otro te dice 2, más allá 3… en fin, corre, corre que llegas. Dejo a Jose, le queda fuelle pero decide mantener. Yo empiezo a correr. No es un “Is” al uso porque falta un montón a meta pero se le parece.

Llega un momento de la competición donde las emociones afloran en la cabeza. Esto es un reto, un desafío. Algo para lo que me he preparado durante 3 meses y que lo tengo a pocos minutos, acariciándolo con la yema de los dedos. En el kilómetro 31 y después de ganar la Carrera “Pequeña” de 12 kilómetros aparece Marcos Peón que ha venido “a buscarme”. Se pone a rodar conmigo el último kilómetro. Imagino que es su particular homenaje, su demostración de orgullo ante una preparación que ha dado sus frutos. Quedan 300 metros. Es la recta del pueblo. La hago como el recorrido del goleador en el último minuto pegando voces. Lo conseguí “FINISHER”





Entro en meta en 3:42:20 orgulloso y cansado. Está mi hijo y mi mujer esperando. Es una situación indescriptible. La prueba la ganó Ismail Razga, un magrebí en pleno ramadán que empleó un par de horas y 2 minutos y una italiana de nombre Giulia Botti con 2:31. A su vez se disputó una Carrera de 12 Kms. (Mini-Desafío) que venció Marcos Peón con 44:06 y la llanisca Lucía Suárez que echó casi 59 minutos.




Varias reflexiones:

1º.- Si yo pude completar esta carrera de 32 kilómetros, cualquiera puede hacerlo.
2º.- Deportivamente hablando, el desempeño es paupérrimo. Unos tiempos y una posición en carrera malísima en relación al resto de participantes. Hay kilómetros en los que eché 9 minutos, 10 incluso. Repito, deportivamente es algo inadmisible y si me apuráis, habrá alguno que piense que eso no es correr, sino caminar. El talento no se copia y por mucha Técnica de Carrera que se haga, en este tipo de pruebas, para una persona que hace un año y medio rondaba los 100 kilos y los 6:30 el km. Sinceramente, a día de hoy, no veo el sitio, ni el lugar para recortar.
3º.- Cada vez tengo más claro que hay que tener un entrenador personal que guíe tus pasos, asesore, anime y por supuesto, un equipo de gente, en este apartado me váis a permitir que incluya a los Runmarc y al Sporting de Jeringas que apoyan constantemente. Sin Marcos Peón y los Xixon Runners esto no hubiera sido posible. Si pudiera transmitiros mínimamente lo que me fui acordando de todos vosotros durante las casi 4 horas que estuve corriendo no sabría, no se puede decir con palabras.

Texto: Toni Berges
Fotos: © Pedro Pablo Heres

II carrera popular Dona vida

Esta maňana se celebró la segunda edición de esta carrera solidaria Dona vida que pretende concienciar a la población de la importancia de hacerse donante ya que puedes salvar vidas. Se dieron cita unos 800 corredores entre los que se encontraban Luis e Isma como siempre dispuestos a hacer un gran papel y dejar bien alto el listón. A las 10 y 20 de la maňana nos reunimos con mas corredores amigos formando una buena grupeta para comenzar el calentamiento. A diez minutos de comenzar la prueba nos colocamos bastante atrás con la idea de salir todos juntos. Suena el pistoletazo de salida y empezamos bastante rapido a pesar de unos pequeňos tapones conseguimos una vuelta decente y logramos mantener un ritmo continuo durante dos km y medio.Empezamos a subir la parte más complicada del circuito intentando dosificar el ritmo conscientes que el tramo final era más favorable. Tiramos para alante sin miedo y cruzamos la linea de meta practicamente a la par realizando los dos buenas marcas y satisfechos por la carrera completando los 7500 metros( esta edición aprendieron de los errores y la midieron mejor).
Al finalizar recogemos la bolsa del corredor, estiramos
y Luis espera por el sorteo de regalos pero nos volvemos con las manos vacías pero con una carrera más en la buchaca.
Pd.: Nos prestó mucho escuchar los ánimos del Xixón runner David Merino del que todos deseamos volver pronto mordiendo asfalto, monte o prao..Gracias Merino.
Texto: Ismael Fernández Díaz
Fotos: Tano García


Crónica V Coto Bello Trail

El pasado 6 de junio un nutrido grupo de corredores de Xixón Runners-XELL nos dirigimos a una nueva prueba, en este caso de trail que, para algunos, era su primera experiencia en el terreno.

Por indicación de uno de los más veteranos nos dirigimos bien temprano hacia Coto Bello, una antigua mina a cielo abierto por la que transcurre el trazado del Coto Bello Trail. “Hora y media tardamos” nos repitió una y otra vez y tras madrugar y salir de Xixón a las 8:15, a las 9:05 estábamos en lo alto de la cima Chechu Rubiera viendo como ponían a asar el cordero a la estaca y con más de una hora de espera para que empezase la prueba.

En ese tiempo recogimos dorsales, le echamos un vistazo al “bar” y disfrutamos de las vistas.

A las 10:30 comenzó la carrera y los Xixón Runners-XELL hicimos un grupo para afrontar los dos primeros kilómetros de bajada para después llegar al bosque donde empezó la subida y los tapones. Hay comenzó a desmembrarse el grupo quedando divididos en dos grupos formados por Checa, Isma y David (yo) el primero y Raúl, Sergio y Campomanes el segundo. Entre ríos, árboles, barro, subida, más barro y algún que otro resbalón solventado con ayuda del IS, transcurrieron los kilómetros más duros hasta que llegamos a la parte más alta de la carrera, en la que pudimos disfrutar de unas de las mejores vistas que recuerdo. Para ese momento Checa ya nos había dejado atrás.

Comenzamos después el descenso para llegar al avituallamiento de bebida isotónica y gominolas, un subidón de azúcar era la cuenta para comenzar el descenso con ganas y cuidado, porque mis playeros no eran los adecuados para estas pruebas y los resbalones aparecieron una y otra vez. Isma y un servidor empezamos a bajar como motos y a recuperar, adelantando a más de uno que nos había pasado en la subida y que ya iba bajo de fuerzas. Nosotros apretamos los dientes y fuimos hacia adelante para coronar “la antena”, previo susto por un trapiés de Isma, el último de los repechos.

A partir de ahí otra vez bajada, más velocidad y más felicidad porque ya se veía la meta a lo lejos y lo que es mejor, se olía el “corderu a la estaca” que íbamos a comer después de la carrera. Ese plus de motivación nos hizo esprintar al final para acabar los 12 kilómetros en 1:36:15 y entrar los dos en la meta y recibir ese “bollu preñáu” que sirvió para recargar fuerzas. Anteriormente había entrado Checa a 1:34:10 y Sergio, Raúl y Campomanes entrarían juntos llegando casi a las dos horas y con el aviso del "speaker" al xabalí jefe para que tuviese cuidado con la cinta cubrecables y no hubiese un percance :).

Una carrera de 10 (como el corderu) en la que además de disfrutar el paisaje, se conversó y se hizo algún que otro amigo en la marcha, una de las características de este tipo de carreras. Gracias a "Miel et Cannelle" por las bolitas de energía. ¡¡Hasta la próxima!!

Texto: David Fernández
Fotos: © Xixón Runners


Crónica 10 k Avilés

Comienza el verano y las carreras continúan. Esta vez tocó estrenar una de las muchas competiciones nacidas en el boom del running: los 10 k de Avilés y alli se dieron cita 4 miembros de nuestro equipo: los hermanos Alarcón, Rubén e Isma. Las pocas referencias que teníamos del circuito apuntaban en el mismo sentido: dos vueltas al recorrido con continuos sube-baja que con el calor reinante conformaron una prueba dura que hizo estragos en los corredores. De la carrera poco que contar y de la organización pues se notaron bastantes impresiciones en el tema de entrega de dorsales y chip. El metodo de dorsal de colores por tiempo en la salida si fue una buena idea. A las 18:40 entraba el primer corredor de Xixon Runners y a continuación en un intervalo de unos minutos fueron entrando los otros atletas. Si bien no hubo ninguna mejor marca los cuatro atletas se movieron en su horquilla de tiempos. Otra carrera más con bastantes aspectos que madurar y que damos por vista. Nos vemos en la próxima.Hasta pronto.

Texto: Ismael Fernández Díaz.
Fotos: © Carreras Asturias, Deporte Astur, Gilber Tomas.




Crónica Traveserina 2015

La mayoría de nosotros a finales de año, nos proponemos objetivos o retos para el próximo año, ya sea dejar de fumar o correr unas carreras que nos llamen la atención.

En mi caso, era correr la traveserina y acabarla en un tiempo aceptable menos de 8 horas aunque vi mucha desconfianza por parte del equipo (excepto Samuel) yo no entendí mucho esa desconfianza. Ellos alegaban varios motivos:

1.- Nunca has corrido por Picos de Europa ( después de verla igual que el resto, pero con mas piedras y nieve)
2.-Una pequeña lesión sufrida en la Media de la Reconquista 13 días antes (el fisio me dijo que podía empezar a correr poco a poco y eso hice fui poco a poco jajaja)
3.- No entrenar lo suficiente ( eso es bastante cierto)
.
Solo por esas cosillas desconfiar de mi, jajaja.
He de reconocer que no iba al 100% ni al 90% pero la vida no es perfecta y sin más empiezo con el evento erótico festivo .

El viernes recogemos Pepe y un servidor, nuestros dorsales ,cenamos y a dormir a eso de las 00:00. A las 6:15 nos levantamos ,desayunamos (yo desayuné lo típico mi pastelito con su vaso leche y un plátano) y repasamos el material que vamos a llevar (bastones, chubasquero, geles... etc.

A eso de las 7 miramos a ver si algún compi de aventura nos sube a Sotres porque estábamos en Arenas de Cabrales. Tuvimos suerte y después de hacer un poco de auto stop y enseñar la pata, un antiguo compi de instituto nos sube jaja (buen chaval). Ya en Sotres lo típico, unos cafetitos y por supuesto la penúltima m... eada y ca...

A las 8:30 empezamos la fiesta , debido a los motivos antes enumerados decidí cambiar la estrategia de carrera (la tenía divida en tramos de avituallamiento a avituallamiento con el tiempo que tenía que llevarme más o menos pero.... No pudo ser ). La estrategia era fácil y clara llegar a Sotres sin problemas físicos y luego.... Ya solo quedarían 20 kilometritos de nada.

Como es habitual en los Xixón Runners-XELL nos colocamos estratégicamente en la salida, es decir más bien hacia atrás, por lo que luego no podemos ganar las carreras, jaja.

EMPEZAMOS A CORRER y como es habitual nos adelantó en la salida casi todos los que quedaban por detrás por lo que al km y pico primer tapón. Pepe se adelanta y yo voy un poco más sin prisa. Hasta Bulnes tuvimos una pequeña subidita donde recupero el terreno perdido con Pepe y una bajada de piedras resbaladizas con bastante pendiente donde culeamos bastantes sin mayor importancia, por lo que baje ritmo de lento a súper lento, jaja. Llego al primer avituallamiento en 1:13:29 agua y empezamos a subir.

La subida era un falso llano sin asfaltar con piedra suelta (en poco más de de 5 km sobre 1.300 m de desnivel positivo) y algo de nieve. Durante la subida me encuentro con Pepe que bajando no había bajado el ritmo, después de algo menos de dos horas de subida llego al Picu Uriellu. Allí me encuentro con Charly (gracias aunque fueras uno de los que decían que no llegaba, jajaja). Como, bebo, me descalzo que me molestaba la media miro y nada, falsa alarma, una piedrecita, me echo crema en la pierna para intentar llegar algo mas lejos, me pongo el chubasquero, pues esta fresquito y hace viento, y después de más o menos 30 min (he de reconocer que se me fue un poco de las manos el avituallamiento) me pongo a bajar mientras charlo con el Charly y vemos llegar al Pepe que nos dice que viene tocado. Le animo y me acerco a darle la crema que llevaba siendo avisado por un voluntario de que no se puede ayudar, le digo que yo también estoy corriendo pero me dice que es igual, me hago el loco ya que no lo sabía y sigo (todo de buen rollo y misión cumplida se lo había dado, jajaja).

La bajada no es muy técnica, ni difícil por lo que cuando me doy cuenta ya casi estoy en Sotres. Cuando me faltan unos 2 km mi isquio derecho, el que tenía tocado, me dice aquí estoy, no pudiendo estirar ni la pierna (gracias al resto de corredores por animar y preguntar si necesitaba algo). Después de estirar y masajear un poco la zona, voy andando poco a poco, hasta coger un ritmo, intentando que no sufriera mucho mi pierna. Llego Sotres como bebo y sigo esta vez rápido por si necesito el tiempo pues van 5:18 y no me fío mucho del ritmo que puedo llevar hasta el siguiente punto de control pues tengo dos horas y poco.

Subida (empieza a llover suave para al poco) y bajada, la pierna me aguanta, llego a Jitu en 1:11 pero ya noto que las bajadas las paso putas, putas, por lo que como, bebo rápido y sigo. Vienen unos km llanos (había alguna subidita pero bueno) por caminos por lo que voy bastante bien. Ya estoy en la última subida, ya subo más por.... que por piernas, me molesta un poco la espalda seguramente debido a que no utilizo bastones nunca y no estoy muy acostumbrado.

Al fin arriba ,solo queda bajar. Me dice un voluntario que quedan 7,5km ya esta hecho (los huevos).En los 4 km de piedras resbaladizas mi pierna dice que no hay más y paso de súper lento a arrastrarme jaja. Ahí las pase putas putas, me quedan 4 km y miro reloj, voy a 22min /km. Respiro miro reloj y tiempo me sobra,... cuando me puedo dar cuenta (3km en 59 min un nuevo récord, jaja). Ya estoy en un camino antes de unas escaleras y el rico asfalto que parecía que no se acababa por fin veo la meta y empiezo a llorar, llego, pienso en mi familia y bla bla (mentira pensé en los cabrones que decían que no llegaba que poco faltó, jaja).

Este cross se me hizo largo, al final 9:44:23 :p (si queréis mi plan de entrenamiento pedirlo lo tiene David). Ahí vi a Pepe que tuvo que abandonar en Sotres por los problemas físicos (animo y el año que viene volvemos pero a ganar ). Los voluntarios y fisio matricula.

La camiseta por llegar es un poco caca (la verdad es por criticar porque me conformaba con llegar ),la otra esta bien, y a ver si hay empanada en la meta la próxima vez jajaja
Una cosa lo había leído y lo vi, es triste ver a la gente atajando que yo iba jodido y no atajé. Por donde atajaban había camino hecho de ese día. Osea, que no fueron 3 o 4 que vi yo, es algo muy triste.

La gente muy bien animando en todo momento (muchas gracias).

Espero poder repetir la carrera ,ir al 100% y que se anime algún caquita de los Xixón-Runners. Creo que es perfecta para iniciarse en el trail jajaja

A continuación se pondrá la foto de la porra

Texto: José Ceferino Victorero “Er Cefe”
Fotos: © José Ceferino Victorero




Crónica Media Maratón Ruta de la Reconquista 2015

Tarde calurosa la del sábado 30 de mayo de 2015. Pasadas las cuatro de la tarde, llegué con mi inseparable compañero Tony a Cangas de Onís, donde se disputaría la XXVIII Media Maratón Ruta de la Reconquista. Él ya había participado en la pasada edición y yo era debutante en la prueba. Aparcamos y nos dirigimos al pabellón donde recogimos los dorsales y las camisetas. Volvimos al coche y nos cambiamos. Eran las cinco de la tarde y ya estábamos listos. Nos hidratamos bien y comimos algo de fruta. En los aledaños del pabellón encontramos a dos Xixón Runners, Rubén y Cefe, aunque los perdimos y ya no nos volveríamos a ver hasta instantes antes de la salida. También estuvimos con otro compañero, Fran, al que saludamos en las inmediaciones del Puente Romano.

Instantes antes de las seis de la tarde nos colocamos en la salida, concretamente en el cajón de 1:40' que era más o menos el tiempo que teníamos previsto invertir en para finalizar la prueba. Pistoletazo de salida y a correr!!! Nos juntamos un cuarteto de Xixón Runners integrado por Tony, Rubén, Cefe y servidor, y fuimos adelantando corredores.

Marcamos un ritmo bastante bueno desde el inicio. Los tres primeros kilómetros, que eran prácticamente llanos, nos salieron a una media de 4'30''. A partir de ese momento la carretera comenzaba a empinarse ligeramente, aunque seguimos prácticamente al mismo ritmo ya que, a esas alturas de carrera, las fuerzas aún estaban casi intactas. Hacía mucho calor e intentamos evitar el sol, buscando las zonas con sombra. Rubén y Cefe se quedaron un poco por detrás. A partir del kilómetro ocho, la pendiente era ya considerable y algunos corredores comenzaban a acusar el esfuerzo. En el km 9 divisamos por primera vez, allá en lo alto, la Basílica de Covadonga. Ahí fue cuando me hice una idea de las durísimas rampas que nos esperarían durante los dos últimos kilómetros de ascensión, que nos quedaban hasta llegar a ella. A partir de aquí comenzó el verdadero sufrimiento, con rampas cada vez más duras. Los últimos cien metros de ascensión, ya en las inmediaciones de la Basílica se me hicieron durísimos y a punto estuve de vomitar el plátano que me había comido antes de comenzar. Incluso llegué a decirle a Tony que siguiera él por delante (ya me sacaba unos metros), que a mí el cuerpo me pedía dejar de correr y caminar el último tramo. Pero él bajó el ritmo y me esperó. Eso y los gritos de ánimo de las decenas de aficionados que allí se encontraban, junto a una gran dosis de coraje y amor propio (así somos los Xixón Runners), hicieron posible que llegara corriendo hasta el control, donde se iniciaba el descenso. No sentía los cuádriceps. A partir de aquí comienza lo fácil, pensé. Nada más lejos de la realidad. El sufrimiento no había hecho más que comenzar.

Descendimos las primeras rampas, las de mayor desnivel y, tanto Tony como yo, comenzamos a sentir molestias en el omóplato. A mí, además, se me cargaron los gemelos una barbaridad y estas molestias ya me acompañarían hasta meta. Continuamos descendiendo, marcándonos un ritmo que en ese momento nos parecía exigente, rondando entre el kilómetro 12 y el 16 a una media de 4'30''. Tony ya me había advertido de lo duro que se le había hecho el año pasado el último tramo. Yo pensé que sería, más o menos, como en todas las medias que había corrido hasta ahora. Pero no, el hecho de venir de varios kilómetros seguidos de bajada, lo hizo más duro, como si fuese cuesta arriba. Aquí nos tocó sufrir de lo lindo a los dos. El peor momento fue a falta de dos kilómetros, cuando nos adelantó la liebre de 1:40 y, a pesar de sus ánimos e indicaciones, ya no fuimos capaces a cambiar el ritmo para seguirle. Yo pensé para mí, "si somos capaces de mantenernos a una distancia de él menor a cien metros, en el último kilómetro podemos darle caza". Y así fue. Supimos sufrir como titanes hasta llegar al pueblo, y a falta de 500, 600 metros y después de un refrescante manguerazo con que nos obsequiaron los bomberos, nos lanzamos como galgos a la caza de la liebre para darle alcance y rebasarle. Al final, objetivo cumplido con un tiempo de 1:39'56'', entrando en los puestos 270 y 271 de 999 finalistas, lo cual no está nada mal, si tenemos en cuenta el calor que soportamos durante toda la prueba y la dureza de la misma.

Un 10 a la Organización, sobretodo por el enorme montaje que tenían preparado en la zona de meta, y más aún, por la cerveza con la que "premiaron" a todos los atletas que finalizaban la prueba. ¡Que bien entró! Desde aquí quiero dar todo mi apoyo a Cefe, que se lesionó en el kilómetro once y llegó a la meta como buenamente pudo. Esperamos que no haya sido nada y que pueda continuar con su entrenamiento para la "Traveserina". También quiero dar la enhorabuena a mis otros compañeros de equipo, a Rubén, que sufrió como un campeón, a Fran por su gran carrera, y en especial a Tony, compañero de entrenamientos, que corrió a mi lado de principio a fin.

El año que viene intentaremos repetir. A ver si es posible disfrutar un poco más de los que para mí son los dos momentos más emocionantes de la prueba: la subida al Santuario de Covadonga, Cueva y Basílica (iba justito de fuerzas y sufriendo más de la cuenta), y la llegada a meta en Cangas de Onís con cientos de aficionados animando a los atletas (con el sprint que nos echamos, no fuimos muy conscientes de ello). También intentaremos hacer una foto de equipo con el puente romano de fondo, que en esta edición no fue posible.

Texto: Cristóbal Villén
Fotos: © Carreras Asturias, Adrián Fernández González, Pedro Pablo Heres, Francisco Rivas, José Miguel Díez García, Cristóbal Villén Feal.







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