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II CAMPOFRÍO MARATÓN Y MEDIA MARATÓN DE BURGOS

Otro año más nos trasladamos Franox y yo a Burgos a correr esta carrera para la que nos habíamos estado entrenando todo el verano. Aún así mi meta era simplemente acabar, sabía que si me marcaba una meta más ambiciosa podía acabar pagándolo.

Es una carrera totalmente llana, que se hace en un circuito mayoritariamente urbano de dos vueltas, de 21 km cada una. Todo el recorrido está señalizado por conos y durante la carrera ha y una serie de voluntarios que van en patines ofreciendo reflex a los corredores.

La salida era a las 9 de la mañana y el tiempo acompañaba, 10 grados a la salida y despejado. En el tiempo que duró la carrera no pasó de 20 grados.

Llegamos con el tiempo justo, casi sin poder calentar dieron la salida. Si tenía la intención de salir despacio, para que no me pesara después, mi compañero me quitó la idea de la cabeza -” Vamos a 5'30” el kilómetro, hay que intentar bajar de las 4 horas”, y allí nos lanzamos como kamikazes aún sabiendo que al final lo íbamos a pagar.

Hasta el kilómetro 15 todo fue bien, la gente que te está viendo, que es mucha, te lleva en volandas; ayuda también que hay avituallamientos cada dos kilómetros, los primeros líquidos (agua y bebidas energéticas)., a partir del 18 también sólidos.

A falta de 5 km para pasar por la media decido bajar el ritmo, vamos a 5'20” y pienso que no voy a aguantar mucho tiempo así.

Con un “tú verás lo que haces” dejo marchar a Fran.
Paso la media en 1h 57. Aquellos corredores que han decidido hacer la media paran y tú te preguntas por qué no habrás sido uno de ellos, pero no hay vuelta atrás, bajo la cabeza y tiro.

Aún voy por delante del globo que marca el tiempo de las cuatro horas y eso me anima, a lo mejor consigo hacer un buen tiempo, voy bastante a gusto a un ritmo de 5'40” y me pregunto cómo lo llevará mi compañero.

Kilómetro 30. Esa fue mi tumba el año pasado pero, aunque las rodillas empiezan a darme problemas sigo a buen ritmo. Quedan 12 kilómetros, malo será que no aguante este ritmo, voy a6 minutos el kilómetro.

En el 35 me coge el tío de las cuatro horas, va solo y me anima a que lo acompañe. Lo consigo durante 1 kilómetro y luego, me hundo. Las piernas ya no van, paro un rato a estirar y sigo. Los últimos 7 kilómetro un calvario. Voy a más de 7 minutos el kilómetro.

Volvemos a entrar en la ciudad después de un pequeño recorrido por las afueras, paso por delante de la catedral, allí vuelve a haber mucha gente animando.

Kilómetro 39, ya no queda nada pienso, e intento subir el ritmo. Último punto kilométrico, el 41, ya no tengo recuerdo de aquella parte del recorrido, y eso que la pasé hace poco más de dos horas, pero el cansancio te hace no tener las ideas muy claras. Han desaparecido los conos que marcaban el recorrido y además voy solo, en tierra de nadie. Como no podía ser de otra manera tiro por donde no es. Un coche viene detrás a avisarme y doy la vuelta. Lo que faltaba pienso, si ya son pocos 42 km encima me pierdo. Enfilo la última recta y por fin la meta. Miro el reloj, cuatro minutos más que el año anterior 4h 19'. Eso sí, en 43 km.

Allí está Fran esperando, él ha hecho 4h 06'. Eso es lo de menos pienso, he conseguido acabar la carrera, la segunda maratón de mi vida y estoy contento, y aunque me juro a mi mismo que será la última nunca se sabe, unos días después, cuando ya el sufrimiento de la carrera está olvidado, pienso que igual el año que viene pueda estar otra vez en Burgos corriendo y esperando, esta vez sí, conseguir acabar sin tanto sufrimiento. Habrá que prepararla mejor.

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(c) Texto: David Álvarez “Chiri”
(c) Fotos: Tatiana Vázquez






IV Media Maratón Ribadeo-As Catedráis

Segundo año que nos desplazamos mi buen amigo Franox y yo a Ribadeo para participar en esta preciosa carrera. Allí encontraremos a otro Xixón Runners, Toni Bergés.

Antes de coger el coche para desplazarme le echo un vistazo al tiempo, nubes y claros y quizá un poco de lluvia, temperaturas de 15 grados; no me decido y al final cargo en la mochila con todo. Ya decidiré allí.

Llegamos hacia las 16:30 a la playa de As Catedráis, será el final de la carrera y debemos de dejar el coche allí para luego volver a casa, de allí nos acercan a la salida, en el centro de Ribadeo. al lado del Ayuntamiento. Vamos con el tiempo justo.

Llegamos y apenas tenemos cinco minutos para hacer un ligero calentamiento. Ya dan la salida.

Mi idea es ir a un ritmo cómodo, ver como me encuentro, y, si acaso, apretar en los últimos kilómetros, al fin y al cabo esta carrera tiene que servirnos de preparación para el gran reto de final de año, la Maratón de Burgos, a comienzos de Octubre.

Los dos primeros kilómetros transcurren por las calles de Ribadeo antes de enfilar un descenso hacia el paseo marítimo, a partir de ahí la mayor parte del recorrido se hará por la costa, con magníficas vistas de acantilados y playas.

El recorrido es mixto, alternando asfalto, pista y grava y, aunque el recorrido es duro, con continuas bajadas y subidas, se hace bastante ameno. No hay grandes rectas y constantemente estás cambiando de dirección.

Pasan los kilómetros y cada vez me voy encontrando mejor. Hacia el kilómetro 15 de carrera pasamos por Rinlo, allí la gente anima mucho; hay que tener especial atención a sus calles empedradas, mojadas por el agua del puerto.

Una vez que salimos de Rinlo volvemos a la pista y allí decido subir el ritmo, empiezo a coger gente que, tal vez por desconocer el recorrido, ha gastado excesivas fuerzas.

Después de varios kilómetros alternando asfalto y pista encaro el último, una cuesta que, dado el perfil de la carrera, se hace bastante dura, pero ya no queda nada y hay que vaciarse. Llego y miro el crono, cinco minutos menos que el año pasado. Reto cumplido y un perfecto entrenamiento para Burgos.

De las medias maratones que he corrido es, sin duda, la más entretenida y, a pesar de ser bastante exigente, su precioso paisaje, su buen ambiente y su continuo cambio de superficie la hacen bastante llevadera.

Volveremos sin duda el año que viene.

Aquí podéis ver el recorrido de la carrera:
https://www.google.com/maps/d/viewer?mid=1JmUJ47Xb3AX9JAskH0IaQwmDwAU&ll=43.54703021418812%2C-7.096731399999953&z=13

Ganador hombres: Carlos Villamor Castiñeira
Ganadora mujeres: Victoria Salvadores Álvarez

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(c) Texto: David Álvarez “Chiri”
(c) Fotos: Media Maratón Ribadeo-As Catedráis










10 KM. DE RIBESEYA

Sábado 16 de septiembre de 2017 tocaba correr el IX edición del 10k de Ribeseya, y hasta allí me dirigí junto a Paula Meana a eso de las 17.00 de la tarde, recogimos el dorsal y fuimos a aparcar como todos los años.

Mientras realizábamos el calentamiento se notaba que había mucha menos gente que otros años y es que con la cantidad de carreras que hay pues en esta ocasión fue a coincidir Ribeseya con la media maratón de Ribadeo que obviamente restó gente.

La carrera la describiré desde mi punto de vista, que será desde una posición relajada ya que me situé el último en la salida y desde ahí pues a un ritmo cómodo fui recorriendo los 10k.

El recorrido fue el de todos los años, saliendo en dirección al puente y girando a la derecha para recorrer el paseo de la playa de Santa Marina , en esta ocasión la marea estaba en calma y no soplaba viento cosa que era de agradecer, salimos al final del paseo a la calle ramón y Cajal y después a la calle San pedro que la recorrían prometo en una dirección y luego en otra, enlazando finalmente con las calles Dionisio Ruiz Sánchez, Ricardo cangas y Elías Pardo donde tomaríamos de nuevo el paseo de la playa para repetir de nuevo el mismo recorrido.

Personalmente nunca me gustó pasar dos veces por el mismo sitio en ninguna carrera pero bueno de vez en cuando toca, pero ya digo que es opinión personal.

A estas alturas de la carrera (kilómetro 6/7) yo me encontraba más o menos asentado en una zona donde podía ver la liebre de 50' a lo lejos, y aunque se me pasó por la cabeza intentar darle alcance al final decidí mantener el ritmo cómodo que llevaba ya que estaba terminando casi el kilómetro 8 y tan solo quedaba girar por la calle Avelina Cerra y ya enfocaríamos de nuevo el puente que nos llevaría a la recta final donde entraría en meta con un tiempo de 51 min y 42 segundos, mientras que pistola meana lo hizo en 43:46.

A la llegada a meta había un muy buen avituallamiento con cerveza incluida.

Dejo aquí el enlace del recorrido de la carrera en Relive por sí alguien lo quisiera ver.

Ganadores masculinos:
1)Youssef Bennett Elalaoui 31:43
2)Raúl Álvarez 32:29
3)Francisco Javier de la casa Gonzalo 32:32

Ganadoras femeninas:
1)Kaoutar Boulaid 32:38
2)Adela Villa 37:03
3)Joana Filipa Pereira Monteiro 37:15

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(c) Texto: Sergio Ramos
(c) Fotos: Eduardo Rus






viernes, 22 de septiembre de 2017

XIII QUEBRAPATES PEÑA MEA

Carrera celebrada el domingo 3 de septiembre. Organizada fabulosamente bien por el Grupo de Montaña Peña Mea, con salida en el polideportivo de La Pola-Llaviana, subida a El Picu Dubil, cumbre de Peña Mea y llegada al Ayuntamiento de la misma localidad.

32,3 km de distancia y un desnivel acumulado de más de 4.000m en un recorrido de lo más variado, guapo y entretenido. Totalmente recomendable.

Esta aventura de enfrentarse a la temida Quebrapates empieza en el momento en el que Berto, compañero de trabajo y de unos cuantos kms. por el monte, me dice que la mire y me apunte, que van a ir unos cuantos de su equipo, Langreo Trail Team, y que pinta muy guapa e interesante. Como no podía ser de otra manera en mi manera de actuar, primero me apunto y varias semanas después ya leo el reglamento, donde me hablan de cortes imposibles de pasar a causa de mi velocidad tractoril y un tiempo de cierre de carrera de 5:50 horas, algo impensable para mi viendo tiempos de la edición pasada, en la que Cefe, otro miembro de este equipín y que me saca en largas distancias mas hora y media, había hecho 5:11, por lo que me la planteo como “un entrenamiento exigente”, por llamarlo de alguna manera suave….

Llega el día y nos presentamos en Llaviana Berto y yo a las 7:00 para poder tomar el café previo a la carrera tranquilamente. A las 7:30 vamos a recoger el dorsal y vemos la lista de inscritos… 62 personas, sólo 3 chicas en mi categoría, lo que me anima a intentar pelear para acabarla y poder optar a podio, así que me mentalizo para sufrir e intento ponerme las pilas, aunque llevando casi una semana con antibiótico y el poco entrenamiento durante el verano, barrunta tormenta… y así fue mas o menos.

A las 8:30 suena la salida y arrancamos después de calentar un poco entre los nervios previos.
El recorrido empieza en llano por una recta que bordea el polideportivo, subimos un pequeño puente y empezamos a sufrir.

Es una ruta en subida constante, con pequeños repechos también en descenso, hasta coronar el Picu Dubil, donde está el famoso “furacu” por el que se conoce Peña Mea.

Todos estos sube y baja son los que hacen que las patuques sufran a tope, dando ese nombre tan alagüeño a la carrera.

Casi toda ella discurre por sendas, bosques con mucho barro que me propiciaron un par de caídas sin daños mayores y con muy poco asfalto.

Sigo el recorrido cansada, pero pensando todo el rato en los corte de tiempo, los cuales fueron inexistentes, imagino que debido a los pocos corredores inscritos, cosa que me facilitó lograr acabarla, ya que iba bastante justa de tiempo para casi todos, como era de esperar.

En el avituallamiento de la Campa Felguera, subiendo ya al pico, me comentan que hay bastantes retirados y que en breve me cogerá el corte y que me ayudará a ir mejor… Eso, mas que animarme, hace que apriete el culo y eche a volar para que no me pillase, imaginando que en cuanto me diese caza, me echaría de la carrera y ¡no me daba la gana! Así que empecé a subir todo lo mas rápido que pude y así y todo me alcanzaron poco antes de coronar, eso si, me dijeron que bien que les había costado alcanzarme jijijijij.

Enganchada a ellos, Tomás y Alonso, dos chicos del Peña Mea y David, un crío que no tendría mas de 12 años, fuimos tirando y tirando hasta alcanzar a otro chica, Meritxell, de Langreo Trail Team. Iba bastante fastidiada a causa de los calambres, pero no es de sorprender porque, según mi experiencia, en una carrera de esta magnitud, no puedes ir sin agua, comida ni bastones, pero es una opinión, ojo… así que ya éramos una mas en esta cola de carrera.

Coronamos en Peña Mea, con unas vistas impresionantes plasmadas por mi amigo Nasser, que nos hizo un poco de liebre y fotógrafo bajando hasta el siguiente avituallamiento, donde empezó mi cabeza a funcionar mal… porque si preguntas a alguien si queda mucho , no te pueden decir “¡ufff! ¡Prepárate, que te queda lo peor!”, eso tendría que estar penado…

Y con esa frase me quedé el resto de la carrera, solo me quedaban 17 kms…

Seguimos bajando por un tramo entretenido y largo, bastante técnico al principio y mas fácil al final y después de algún que otro repechín que ya mancaba, llegamos Tolivia, pueblo donde nos recibieron de domingo y con “campanaes”, básicamente porque era la hora de misa, pero así y todo fue “prestosu”.

Allí ya éramos uno mas, porque pillamos a un chico llamado Efrén, bajando de Peña Mea y que tuvo mucho que ver en que yo consiguiese acabar…

Seguimos el sube y baja y en la última subida, km 25, llegó mi muro… allí dije al cierre que me plantaba, que no podía ni quería seguir… pero no me lo permitieron. “Sólo” me quedaban 2km de subida y 6 de bajada, así que empecé a “rezar”, apreté el culo y ¡“p’alante”!

Esos últimos kms fueron agónicos e interminables, porque cuando la cabeza no va, las patas no funcionan, pero había que acabarla. Dejamos atrás al cierre con Merit y seguimos como pudimos Efrén y yo, caminando y corriendo como podíamos. El iba animándome a seguir y seguía a mi ritmo, cosa que agradecí y todavía lo hago, porque sin él me hubiese plantado.

Y volvimos a enfilar la recta hacia el polideportivo, pero, gracias a Dios o a la organización, nos desviaron medio km antes y nos metieron hacia el Ayuntamiento en un tramo de unos 100m que costaron mas que los casi 33km anteriores.

¡Y llegamos a meta!

Y según entrábamos ya me estaban reclamando para subir al podio porque, al haber conseguido acabarla, había quedado 3ª en mi categoría, Veteranas B, y aunque le diga a mi hijo que no me gustaría hacer podio porque no haya nadie más, esta vez me encantó, porque creo que realmente la sufrí como ninguna, ¡así que la doy por más que buena! ¡Para repetir el año que viene!

Para acabar, decir que es una carrera espectacular, organizada con mucho mimo hacia el corredor, bien marcada y avituallamientos suficientes y abundantes, voluntarios y cierre, de 11, por lo que merece la pena ir, de todas todas.

Y los ganadores absolutos fueron Miguel Ángel González Blanco, del Grupo de Montaña Picu Dubil y Eva María Braña Fernández, del Centro Asturiano de Uviéu.


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(c) Texto: Yolanda Ortega Rivas
(c) Fotos: Alberto García & Nasser










Ultra Trail Güeyos del Diablu

Es una carrera de unos 80 km y 12700 m desnivel que transcurre por el parque natural de las Ubiñas. La salida es el sábado 2 a las 05:30 en Pola de Lena por lo que llegó a eso de las 4:30 para recoger mi dorsal y entregar la mochila para el avituallamiento del km 36.

Allí saludo a gente conocida Deseándonos suerte.

Me encuentro con diego con el que tenía pensado ir hasta donde mi rodilla me deje (tenía claro que si me molestaba tenía que parar, pero había ido al fisio esa semana y no tenía molestias, también tenía la cara hinchada de una reacción alérgica pero ya después de que el día anterior me pincharan, no se notaba mucho si no mirabas jaja, soy un pupas jaja).

Un poco antes de empezar hay una ceremonia muy original y después nos colocamos para la salida. 3, 2, 1 empezamos a ritmo normal, a los 50 m tengo que parar y dar la vuelta a coger un gel que me había salido de un bolsillo...bien empezó jaja.

La primera subida la hacemos a un ritmo alegre pues estamos motivados y frescos. A partir del km 10 empieza la bajada donde tengo claro que sí quiero llegar lo más lejos posible debo bajar, sin forzar nada mi rodilla, por lo que se me va Diego en la bajada.

En el km 14-15 se acaba la bajada y empiezo la subida sin ningún tipo de molestia. Ya que el plan es no forzar nada en las bajadas debo apretar un poco en el resto .Poco después de pasar el avituallamiento, ya voy con Diego de nuevo.

La subida es bastante llevadera hasta los 2 últimos km, que se pone un poco más duro el tema (me esperaba más jajaja). Arriba nos esperan voluntarios con un culín de sidra fresquita (riquísimaaa). Empezamos la segunda bajada y esta ya me preocupa más pues tiene más pendiente por lo que bajo intentando gastar lo mínimo.

Casi abajo hay un avituallamiento paro, bebo y continuó empezando la subida poco después. El siguiente avituallamiento se encuentra en medio de la subida donde recuperó un poco (para mí los avituallamientos son paradas obligatorias donde recuperó y relleno) y continuó sin mucha novedad hasta la cima (salvo el calor que achucha).

Esta es la última bajada hasta el avituallamiento donde tengo ropa de recambio. Bajo al igual que el resto de bajadas con el freno mano puesto. Ya estamos en el km 36 y voy mejor de lo esperado. Si por norma general no me apuro mucho en lo avituallamientos aquí, igual se me fue de las manos un poco (no mire pero 15 min seguro). Los siguientes quilómetros se nota que estuve mucho tiempo parado y me cuesta varios km coger un poco el ritmo pero ya pasamos la mitad de la carrera y va bien la cosa.

Ya estamos en el km 45 ahora viene la prueba de fuego, una bajada larga de 9 km donde Si en las demás bajadas fui muy conservador aquí parecía que estaba a setas jajaja. Cuando acaba la bajada estoy contento, ya estoy casi en el 53 y voy bien físicamente (mi rodilla ya noto un poco que está pero no mucho .no pensé antes de empezar pasar este punto). Cuando llegó al avituallamiento vea a Diego que como en todas las bajadas se adelanta un poco.

Me dice que se callo en la bajada y se fastidió un poco la rodilla (durante toda la carrera había zonas muy en barradas y resbaladizas. A mí el barro en las bajadas me divierte pero había mucho y era un poco peligroso en muchas zonas y aún teniendo cuidado algún susto llevabas). El se adelanta para ir probando. Yo recupero un poco y salgo, en unos km voy con él y no va muy bien la cosa .Vamos los siguientes quilómetros un poco mirando a ver si mejora pero la cosa empeora y en el km66 tiene que abandonar (una lastima porque se le veía muy bien, pero debemos saber cuando retirarnos).

A partir de aquí me quedan unos 14 km (1km llano, 3 km de uno poco más de 800 m de desnivel positivo y bajar hasta la meta), me encuentro muy bien físicamente o eso creía hasta que llevo un km de subida (creo que algún caracol me estaba adelantando jaja).

Paro un segundo me tomo un gel, bebo y sigo. Un poquito antes de la cima hay unos voluntarios animando "vamos que llevas muy buen ritmo " (me suena.... a se lo dices a tod@s pero.... cumple su función jajaja, cierto es que llevo 70 km) .Cuando llegó arriba ya no tengo mucho que controlar y ya bajo a lo que se puede. Haciendo los primeros km bien, hasta que tengo que sacar el frontal pues ya no se ve mucho. Poco después decido ir andando (era una zona muy embarrada y resbaladiza que decido dejarme de tonterías después de unos sustos y un... hostión).

Los últimos km se hacen largos, es un terreno para poder correr pero es de noche, no se ve mucho y no me merece la pena el riesgo de correr de noche por caminos (me sobra mucho tiempo y me lo tomo con calma).

Ya estoy en Pola, veo la meta y la family. Aquí cojo a Daniel y paso la línea de meta con Daniel y Claudia (Bueno y con rozaduras, ampollas barro jajaja pero contento. No pensé que llegará antes de salir).

Lo primero espero que este Diego ya por picos incordiando. Animo y te espero en la próxima para esprintarte a falta de 50 m jaja.

Agradecer a los voluntarios su labor de 11, solo tengo palabras de agradecimiento, al igual que la gente de los pueblo espectacular (gracias a los del km 19 por el queso y km 60 por la sidra).

La organización de las mejores que he visto (La Bolsa del corredor muy buena).

Muchas gracias a los fotógrafos por esas fotos y esos ánimos.

Muchas gracias a mi madre y a doña lidia que me dice que estoy chiflado pero me acompaña siempre que pueden en estas locuras ( ya estoy pensando a que me voy apuntar... jaja ).

Como en toda carrera después hay que reflexionar un poco de cosas que podíamos haber hecho mejor. Hay varias cosas pero una me j... un poco. Me compre unos pares de calcetines de trail antiampollas transpirable (14 e cada uno) de una marca muy muy conocida sino la que más y podemos decir que un par en el km 36 ya era mucho más traspirable y el otro en meta podemos decir que era como no llevarlo (si alguno piensa las uñas, no ahí estaban bien, era en la zona del metatarso, igual valen para postureo pero para trail, no). Les envíe un correo a ver que contestan pero decepcionantes los calcetines y ellos. Todavía no contestaron (la verdad no creo que me puedan decir que hice mal uso o lo puse mal pero bueno, por lo menos contestar estaría bien). No volveré a comprar nada de esa marca.

El ganador: Iván González López.
La ganadora: María Mercedes Pila Viracocha.

Muchas gracias por leerla y más hasta el final.


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(c) Texto: José Ceferino Victorero
(c) Fotos: José Ceferino Victorero

Crónica II Trail Pastores de la Tercia

El pasado domingo nos dirigimos hacia Bueres para realizar el segundo Trail de pastores de la Tercia.

Aunque amanecía con un poco de niebla, a la hora de la carrera ya se había disipado toda, haciendo un sol radiante, y gracias a eso se pudo disfrutar de lo que para mí es lo más bonito de esta carrera que son los paisajes de las montañas asturianas.

Una hora antes de la carrera como suele ser costumbre nos encontramos allí Paula checa y un servidor recogiendo los dorsales en primer lugar y dirigiéndonos a continuación al bar más cercano para tomar un café.

A las 10:30 de la mañana daban la salida y ya desde el principio comenzaba una subida permanente hasta casi el kilómetro 5 dónde hice una primera parada en el avituallamiento un gel, un vasito de Aquarius y continuar, desde ahí un par de kilómetros con ligera pendiente hacia abajo y en el kilómetro 6 otra vez hacia arriba terminando la subida en el kilómetro 8 y medio aproximadamente. El ascenso se hacía duro en algún momento pero enseguida había algún rellano donde tomar aire.

Las vistas eran maravillosas cada vez que me giraba mientras subía se podían divisar todos los montes valles y pueblos de los alrededores. Es un escenario realmente bonito. En este punto de la carrera comenzaba el descenso y ahora durante aproximadamente 5 km tendríamos que descender otra vez hacia Bueres.

A los 2 kilómetros, más o menos en el kilómetro 10, otra vez pasamos por el avituallamiento donde esta vez en lugar de un vasito de Aquarius me tomé dos y otro gel.

Continuaba desde este punto la bajada se trataba de una bajada un tanto técnica ya que había que tener muchísimo cuidado con no tropezar no solo por caerse sino que debido a la pendiente tan pronunciada que había en caso de caer muy probablemente rodáramos unos cuantos metros.

A falta de kilómetro y medio llegamos a la carretera dónde se podía ya coger un ritmo más alto para finalmente llegar a Bueres y entrar en meta.

La verdad es que esta es de las carreras más bonitas que se pueden realizar en Asturias en mi opinión y además al concluir puedes disfrutar de una espicha que no está nada mal, con todo esto he de reconocer que esta carrera siempre estará presente en mi calendario anual.

La clasificación aparece más abajo en las fotos.

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(c) Texto: Sergio Ramos Suárez
(c) Fotos: Manuel S. Calvo & Capitán Pola







Crónica La Mudrera 2017

El día 9 de julio se celebró la carrera de La Mudrera (en Llangréu). El recorrido es trail (cros y asfalto).

La prueba es de aproximadamente 16 km. 400 m. con 1700 m. de desnivel positivo acumulado.

Este año acompañó el tiempo, estaba nublado, con niebla y orbayo en ciertas zonas del recorrido, yo personalmente agradecí que no hubiera el calor del año pasado. Nos desplazamos hasta allí Hugo, Cefe, Yoli, Sergi y Yo y sus acompañantes, y mi padre, que también quiso participar este año.

A pesar de que hicimos unos días antes de la prueba un reconocimiento del terreno, y ya sabes lo te vas a encontrar, siempre puede variar como nos ocurrió a nosotros que previamente de disputarse la carrera (unos días antes) estuvo lloviendo, se endureció el terreno con barro y esto hizo que resultará mas dura.

Salí delante, casi en primera fila con Cefe, ya que quedamos previamente en ir juntos toda la carrera. Al principio habíamos quedado en que yo saliera más rápido y que él me pillara más adelante pero al final salimos a la vez.

El primer tramo es fácil, se sale por asfalto en un camino estrecho hasta llegar a una cuesta de hormigón que sólo los primeros suelen subirla corriendo, el resto subimos andando hasta meternos en un bosque con piedras y asfalto, la gente suele ir ya de uno en uno hasta salir otra vez al asfalto donde se puede de nuevo correr.

Después son caminos estrechos mezclados en los que tienes que tener cuidado de no resbalar en los que, como novedad este año, había una pequeña subida, pero empinada, de barro donde se dificultaba el paso y tenías que agarrarte a las piedras y árboles para poder subir hasta dar con un camino donde podías correr y andar debido, la estrechez del camino dificultaba el paso.

Los siguientes kilómetros eran de hormigón y, a tramos, caminos anchos de tierra y piedras, hasta dar a un “prau” que este año tenías que rodearlo para poder subir a un pequeño monumento para, posteriormente, bajar por caminos estrechos resbaladizos de árboles para dar después con caminos más anchos de tierra que te dirigían al primer avituallamiento, que estaba aproximadamente en el kilometro 7,5 km y donde daban sólido y líquido en que encontramos a Samuel que estaba en la organización de la carrera.

Yo casi no tome agua porque no hacía calor. Enseguida me puse en marcha caminado porque mi compañero quiso estar un poco más, pero me alcanzo enseguida donde empiezas a bajar por caminos de piedras, barro y “prau” hasta dar, unos cuantos kilómetros más allá, con el segundo avituallamiento que era sobre el km. 12,5, en el que te daban líquido.

A continuación era todo caminos de bajada de piedras y “prau” hasta llegar a uno de hormigón donde después seguías bajando hasta dar de nuevo al asfalto

Los tres kilómetros finales eran de bajada ayudándonos de unos árboles debido a la dificultad y, por último, subías un falso llano de “prau” y te metían en el pueblo para subir los últimos metros por una cuesta de asfalto.

La novedad en premios es que daban dinero en metálico, tanto a a chicos como a chicas, para los tres primeros clasificados de la prueba, esto hizo que hubiera más nivel en mujeres.

Después de entregar los premios tanto a chicos como a chicas de la categoría senior y veterano y a los locales, dieron al último a una persona a la que le tengo mucho cariño, como es Efrén García Pesquera.

A continuación dieron un pincheo para todos los del pueblo, acompañantes y participantes con empanada, huevos cocidos, bollos preñaos, etc. Las bebidas tenías que pedirla en la barra de la fiesta y si quedabas con hambre los voluntarios repartían en bandejas postres como arroz con leche y rosquillas y pedías para acompañar el café en barra. El arroz con leche era casero y estaba muy rico, enseguida se agotó. Esto se podía alargar hasta las cuatro de la tarde.

Primero de la categoría absoluta: Alberto Palacio.
Primera de la categoría absoluta: María Suárez

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(c) Texto: Paula Meana
(c) Fotos: Lastra, Carmen y Augusto Camino





La Batallona 2017

La batallona será mi tercera carrera de montaña del año (las anteriores fueron trail de Gijón y Zegama;) ambas carreras citas ineludibles para mí, jaja) debido a unos problemillas con mi rodilla derecha que no me permite ir a tantas como me gustaría.

La batallona al igual que las dos Carreras anteriores tiene algo que me llama para apuntarme, siendo en este caso ese ambiente de piquilla jaja.

La carrera se celebró el 2 de julio en un ambiente festivo. Saliendo en autobús de Pola de Somiedo a las 9:10 hacia la salida en el Alto Farrapona, donde comenzará sobre 10:45.

Antes de coger el bus saludamos (como siempre gracias a lidia por acompañarme en este, mi hobby) a mi compi Fran siendo los únicos del equipo que vamos (igual por eso ganamos este año jajaja).Cada uno nos dirigimos a un bus pues hay listas de donde toca a cada uno. Allí me despido de lidia y le digo lo que pienso que tardaré unas dos horas más o menos si las cosas van normal.

En el bus me siento atrás como los malotes jaja (me senté en el de atrás en medio para estirar las piernas bien). En mi bus también van los de la banda con los que mantengo una charla muy amena. En poco menos de una hora estamos arriba y empieza la mentalización y preparativos (ir al baño... el cuál no hay jaja).

En unos 5 min llega Fran y nos vamos acercando a la salida. Allí hay dos animadores uno de cada equipo motivando a los suyos.

Justo antes de salir se escucha los himnos, viéndose que muchos de León no saben el himno (hay comentarios no os lo sabéis jaja, seguramente fuera porque muchos son asturianos y con Asturias en menos de una hora se acabaron los dorsales).

3, 2, 1 salimos un poco rápido porque es bajada siendo una bajada ancha donde la gente baja como locos... (hice el 1 km en menos de 4 y me adelanto mucha gente) en nada empieza una subidita donde ya empezamos adelantar algunas posiciones. Los siguientes km se hacen bastante bien a buen ritmo. Veo alguno haciendo un selfi, y luego acelera para ir con los que iba (yo pensé ira sobrado, pues no mucho porque lo adelante un poco más adelante jaja).

En un poco empezamos una bajada que me había comentado Chechu y Samuel que se hacía tapón. Antes de empezar la bajada se iba bastante en fila y seguido.

Aquí hay que ir de a uno, es complicado y un poco peligroso adelantar.

Se frena un poco el ritmo para empezar la bajada viniendo bien para recuperar un poco pero enseguida se ve que como a 10 puestos por delante hay uno que va.... y los de más adelante se nos van. Ahí estamos perdiendo bastante tiempo en la bajada pues hay tramos que vamos andando. Alguno ve hueco y lo adelanta. Cuando se abre el camino nos abrimos en abanico para adelantarlo (yo no entiendo cómo en algún sitio no dejó pasar un poco a la gente. Yo si los de atrás van más rápido los dejo pasar. Es una bajada para hacer corriendo con precaución pero si te pasaste, luego no tienes pierdas para esas bajadas).

A partir de aquí toca correr, hace un día espectacular, por lo que quitando algún tramitó pequeño es todo terreno seco.

Los siguientes km los hago a un ritmo alegre (para mí) pero no exprimiéndome que hay que reservar y hace mucho calor, llevo como a un chico asturiano como a 30-50 m que lleva un ritmo muy parecido y me vale un poco de referencia y decido mantenerme ahí detrás hasta casi el 19 km donde voy bien y decido apretar a tope, solo quedan 3 km y algo. Voy cambiando el ritmo y llego a la altura del chico que llevaba de referencia, le animó pero ya no se para. Veo delante alguno de León y a lo lejos un asturiano voy apretando y voy recortando y adelantando posiciones queda una subidita que no es nada pero ya pesa. Después viene la bajada a meta primera parte por asfalto, recuperó un poco el aliento a la altura de otro del equipo asturiano, lo animo un poco y aprieto. Ya no queda nada se ve el pueblo a la izquierda.

Entramos por un caminito, va un chico del equipo de León un cachito más adelante me ve que vengo apretando y acelera para que no lo pille jajaja. Quedan 500 m o así y aprieto para ver si puedo pillar al de León pero me faltan metros jaja.

En la llegada recuperó un poco el aliento y pasa a recoger mi bolsa del corredor (lentejas, sidra, bote fabas...).Allí estaba lidia animando, entre un poco rápido y ni la vi jaja.

Contento con la carrera pues mi rodilla respondió bien.

Carrera divertida, muy recomendable, muy bien organizada.

Mucha gracias a los voluntarios, fotógrafos y personas que animaron durante toda la carrera.

En los últimos 500 m estaba lleno de gente animando espectacular, me recordaba Zegama. Fran buena carrera.

El equipo vencedor fue el asturiano siendo el marcador 3-3.El año que viene habrá que desempatar.

Muchas gracias al equipo (Xixón Runners) por los ánimos recibidos antes de la carrera, jaja.

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(c) Texto: José Ceferino Victorero
(c) Fotos: MV Fotos



Crónica Traveserina 2017

Son las 4:04 de la mañana, tengo el pulso acelerado. Rápidamente salgo de la cama, me miro en el espejo y me pregunto: ¿Que c….nes pintas tú, aquí? Sin tiempo para más comienzo a vestirme, ella aún duerme. Cuando se despierta, le pido que me acompañe a la puerta, tengo que irme ahora, o se irán sin mí. Como siempre, ella se despide con un: “Ten cuidado”. Al salir, el frescor de la noche me envuelve, me tiemblan las piernas y no, no es de frío.

Trotando, me dirijo al punto de reunión, veo movimiento en cada callejón, a la vuelta de cada esquina, todos con semblante serio, atentos, tensos.
El transporte no espera, sale el primero; tranquilo, no es tarde, iré en el siguiente. Aviso al resto del equipo, voy para allá.
Parecemos sardinas; no enlatadas, más bien, recién pescadas, nos falta el aire y se nos ve nerviosos. Nos dejan con los demás, son las 6:10, la luna llena brilla en el cielo, el sol ya anuncia su llegada.

Estamos en Sotres, esto son Picos de Europa, y la Traveserina está a punto de em-pezar.

Por un momento, me siento desorientado, no veo a nadie conocido y sí a mucho foráneo, gentes de Andalucía, Cantabria, País Vasco, lucen sus colores, incluso uno con pinta de británico.

Al fin, una cara amiga, Tania, me salva de la desesperación, nos ponemos rápidamente al día con sus logros en los 101 Peregrinos. Y antes de que acabara el café, ya estaba allí gran parte del equipo de apoyo. Les vuelvo a dar las gracias por venir, porque una cara amiga, vale mucho, y en estas carreras tan largas, aún más. Carlos, Cefe y Saúl.

A Yoli no la cuento porque no viene de apoyo, viene a ganarme una posición. ;-) Postureo de rigor…


Y nos despedimos, esto se empieza a llenar. Yoli y yo nos hacemos otra para avisar a las redes sociales que vamos al lío.


Envío un mensaje a Bego, que “andaré por allí” y fuera móvil, seamos serios, o al menos, aparentemos.

Aparece el único tío que le pide cuernos a todos los que se le plantan delante, es un fenómeno del mundillo del Trail, es al que todos queremos ver después de que empiece una carrera. Sólo pensar en él y en mi cabeza suena AC-DC. Rubén "DEMONION" Nembra, es de esas personas que te saca una sonrisa aunque estés agobiado por que está a punto de empezar la carrera.

Tras el control de dorsales, empieza la música y los nervios de verdad. Las dudas de si todo está en regla, si pasaremos los cortes, si hará tanto calor como ayer…. Ganas de irme a mi casa y decir que no me acordaba que era hoy. Lo de Yoli y los bocatas, espero que lo explique ella, porque no sé que hizo al final.

Comentaba con Tania el recorrido y sin darnos ni cuenta, sonaba Thunderstruck y nos acercábamos rápidamente a la línea de salida. Casi sin tiempo para desearnos suerte, ya íbamos por el 8, 7, 6… que sea lo que tenga que ser… 3, 2, 1.

El primer kilometro es de asfalto y bajamos como aviones pese a la aglomeración inicial, 4:29/km, el segundo la cosa se “tranquiliza un poco” 5:18/km y se acabó, el primer embudo nos fuerza a esperar para después caminar en fila de a uno. En la subida hasta Pandebano cada uno dosifica a su gusto unos corren, otros caminan pero el ritmo es vivo.

Comenzamos la bajada a Bulnes y el ritmo vuelve a subir, el camino es muy corrible, y el paisaje (si te atreves a levantar la cabeza) es espectacular. Tras sumergirnos en el bosque, la tierra rojiza deja paso al agua y el barro. Y a la vista de los tiempos de corte, la gente empieza a ir en el filo de la navaja, con diver-sos resultados. Politraumatismos para unos, sustos por doquier para otros; y en mi caso, una lenta perdida de posiciones, que no me preocupa en demasía, ya que mi carrera es contra mi mismo. En uno de los momentos que me paro para dejar pasar, levanto la cabeza y descubro que sube la marea.


El mar de nubes, está entrando en el valle de Bulnes y eso deja una estampa pre-ciosa en mi retina, y una ligera bajada de temperatura, que es muy de agradecer visto lo del día anterior.

Rodeados por la bruma llegamos a Bulnes, primer avituallamiento y primer punto de corte. 1h 17m sólo 2 minutos por encima de mi tiempo ideal, recargo un bidón, y comienza la subida esta parte no la conozco y me pilla de sorpresa la brusquedad con la que empieza el tramo al salir del pueblo. Un pequeña trepada y cruzamos la Riega de Valcosín, yo, para no perder la costumbre, resbalo en la primera piedra y la cruzo por el agua.

Voy con un grupo de gente que reconozco de otras carreras, no es mi sitio, ni de lejos, pero les sigo el ritmo sin forzar demasiado, aunque sí tengo las pulsaciones un poco altas. Cuando me comencé a notar un poco fuera de punto, el sol empezaba a salir y no se bajaba el ritmo, llegamos al segundo embudo, desconozco el nombre. Hay que trepar con la ayuda de un cable de acero, no contaba con ello pero, me permite echar un vistazo a donde estoy (en la carrera) y DONDE ESTOY.

Señores, esto es Picos de Europa, se me saltan las lagrimas, te ves ahí en medio, “solo”, y si te pones en plan filosófico, empiezas a pensar lo pequeño e insignificante que eres, y…. y si te despistas, te comen la merienda, que esto no es la cola de la charcutería, dale, dale para arriba.

Mientras subo por la piedra, cogido al cable, una ola del mar de nubes lo envuelve todo y notas como la humedad comienza a ser asfixiante. Pero, ahí se acaba, ya no subirá más, al menos no en unas horas. Y aquí llega el suplicio.

Sientes como si te hubieran quitado la sombrilla en la terraza, mientras te tomabas una jarra de cerveza, con un sol de justicia y sin una gota de aire, y no te puedes ir, porque acabas de pedir una jarra de litro y no la vas a dejar ahí… así, así comienza la Canal de Camburero.

La roca caliza agarra bien, pero a cada paso que doy bajo el sol, parece que peso varios kilos más, enseguida tengo que quitarme la camiseta del Club Xixón Runners. Al volver a poner la mochila, siento aún más calor contra la espalda, esto va a ser duro, hace sólo una hora que hemos salido de Bulnes, y sé que me queda, al menos, una hora de subida.


Llegamos a un recodo donde viramos en dirección SO y veo El Picu, ya me habían comentado que cuando lo viera por primera vez, en la subida, me quedaría otro tan-to. Consulto el GPS, exacto, por tiempo y altímetro nos queda otro tanto.

La temperatura, desde que salí de la niebla hasta aquí, ha subido 10ºC, y no ha pa-sado ni media hora. Me sorprende comprobar, que, pese a mi lamentable ritmo y lo que empieza a parecer un agotamiento incipiente, no mucha gente me pasa. Y algunos de los que lo hacen, los vuelvo a pasar yo mientras se paran a coger aire.

Mi paso es lento, trato de que al menos, sea constante, pero cada vez es más difícil, nadie dijo que esto fuera fácil. Trato de recordar el mantra que me ayuda seguir adelante en otras carreras, y se me viene a la cabeza el puñ…ero “Pasito a pasito”, ahora sólo pienso donde narices está aquí el suavecito.

La hierba de alta montaña, me alegra un poco la vista, o eso, o empiezo a delirar. Bebo, calculo lo que llevo y lo que me queda, sobre el papel, todo cuadra. Tras co-rretear por un breve rellano, vuelvo a ver el Picu, y comienzo a oír voces. O estoy muy cerca de repente, o algo no me cuadra. Sigo el ascenso, lento, tedioso pero precioso. Vuelvo a oír voces, están dando ánimos. Compruebo el GPS, aún falta un rato, pero las voces están ahí. Tras un pequeño giro en el camino, descubro de donde proceden.

No sólo veo que hay gente que es capaz de ir animar a una subida en medio de “ninguna” parte. Es que han venido a animarme a mi. No es que me crea el centro del universo, es Bego, y también Fini y Samuel de los BeerRunners. No me lo puedo creer, sabía que Samuel es un montañero experimentado, pero conseguir que Bego llegara allí, sin helicóptero, me dejó pensando un buen rato, donde habrá un camino “cómodo” para que Bego se haya atrevido a ir por el. Nota mental: No lo hay.

Tras parabienes y palmadas, al ritmo cansino de mi zancada, sigo. No, no me paro, porque no arranco. El calor sigue apretando y sólo son las 10 de la mañana. Mientras seguía subiendo, me sonrío, tengo el mejor equipo de animación de toda la carrera.

Cada giro, una nueva subida, ninguna más complicada que otra, pero cada una un poco más difícil de completar. El calor y, probablemente, la falta de sales, hace que los calambres empiecen a hacer de las suyas entre otros corredores. Me paro junto a un chico joven, que parece estar sufriendo bastante y le ofrezco ayuda, pero poco puedo hacer, el ya está tratando de estirar y acaba de tomarse un gel. Esta zona está a la sombra, pero, lo de subir el ritmo es complicado.

Una pareja con dos “guah.es” viene en dirección contraria. Le digo a la mujer que va con el más joven, que si están locos. Me mira, incrédula, sonrío y le digo: “Así se empieza, y luego acaban correteando por el monte como nosotros”. Yo cada día que piso monte, agradezco a mis padres y a quienes nos acompañaban la “educación salvaje” que nos dieron. Con los años, voy descubriendo, que somos raros, pero me encanta.

Parece que ya queda poco, veo a gente bajando por lo que entiendo será el camino de La Tenerosa. Eso me sube la moral, pero no me refresca en absoluto, están bas-tante arriba. Veo restos de nieve a mi derecha, pero el reloj no se para y no me arriesgo a tirarme en la fina lengua que baja por el otro lado de la canal. Pero me quedé con las ganas.
Veo voluntarios que controlan que subamos al refugio antes de lanzarnos a bajar. Y en pocos metros veo una cara amiga, Carlos. El sabe de primera mano lo que sufro con el calor. Sigo avanzando y veo a Saúl y a Cefe.


En ese momento todos los ojos se dirigen al cielo, Los Ángeles de la Guarda, GREIM, están haciendo su entrada. Sin muchos miramientos, muchos buscamos al damnificado, pero no es un corredor. Es un escalador que ha caído en su ascensión al Picu. (Como supimos después, nada grave, unas fracturas, cosas que pasan al levantarse del sofá).

Me quedo boquiabierto con la intervención, a la par que preocupado. Las aspas del helicóptero, están a… nada de rozar el Picu, pero no, saben bien lo que hacen. Re-cogen al escalador, lo evacuaran en breve.

Pero, vamos a lo que vamos, me tomo un respiro. Mientras una voluntaria me ayuda a rellenar los bidones, como algo del avituallamiento y un cacho de barrita, aún queda mucho. He perdido algo de tiempo con lo que esperaba pero voy bien. Tenía 23 minutos al corte, al llegar; cuando me voy, algo más de 15. Ahora empieza lo bueno, pienso para mi (valiente gi…..las).

Doy las gracias a Carlos por venir, me despido de Cefe y arranco en dirección a Pandebano. Nada más salir me cruzo con Yoli que llegaba escudada por Saúl, un “ánimo” y un “nos vemos en Arenas” es todo. Tiene cara de ir sufriendo, pero las mujeres son más duras que nosotros.

Llego a las primeras “zetas” de la bajada y voy “alegre” adelanto a alguien cada cur-va o cada dos, aunque también veo con resignación como hay marcas en los vérti-ces de las zetas que han dejado los “listos de la clase”, en fin, conciencia tranquila, alma limpia.

La sombra de la que disfrutábamos al salir, se acaba, y, no es una bofetada. Es un martillazo en la cara, una losa en la espalda y hormigón en los playeros. En las ba-jadas ya no corro, troto. Y en las subidas, que, en otro momento ni lo pensaría, camino, y no consigo caminar “alegre” sino más bien cansino.

Algo está mal y ese algo soy yo.
No me duele nada en especial, no estoy agotado, porque sé que puedo dar más, he ido comiendo y bebiendo según el plan… algo pasa y no sé lo que es.

Trato de centrarme en no tropezar, ya voy bastante mal, como para caer… Otra cuesta, otra vez a caminar, y en esto veo algo al borde del camino, es una cámara de fotos con algo negro detrás. Vaya, eso negro es una camiseta, con letras rojas, que se parece mucho a la de DejameTusPiernas. ¿Y eso? Eso parece un pañuelo de finisher de DesafiOSOmiedo. Entonces está claro, sólo puede ser Chechu, jajaja. Le doy las gracias por venir y por la foto, que seguro es buena y sigo a lo mío.


Tras un par de kilómetros de bajada, vuelvo a ver a Bego, Fini y Samuel. Me dan ánimos, me dicen que tengo mejor cara, les doy las gracias pero sigo. Esto no va bien y no puedo perder un minuto que luego vaya a necesitar.

Ya casi no paso corredores, pero me cruzo con muchos senderistas, vaya horas, les digo para mi, vais a quedar tostados al horno. Cuanto más tarde los encuentro peor para ellos. No puedes pretender subir a Vega de Urriellu saliendo de casa a las 9:00 y que no te pille el sol y/o la niebla. Pero bueno, a la fuerza ahorcan.

Cada vez sudo menos, y eso no es bueno. Mi cabeza sabe lo que pasa, pero no voy a permitirme el lujo de pensar. Ya veo el refugio de La Tenerosa, he pasado a unas chicas, con las cuales he acabado haciendo grupeta y encaramos la bajada de Pandebano hacia la carretera de Sotres.

No vamos bien, pero el terreno es muy favorable. Nos desvían por el mismo camino que subimos y la cuesta es más pronunciada, pero asumible para correr. Seguimos por el pequeño bosque, pasando lo que fue una tapia y luego otra. Unas pequeñas zetas y volvemos a la carretera de tierra.

Ahí, mi falta de cordura, o la confianza que tengo en mis piernas, me hace lanzarme hasta las casas, donde otros voluntarios, nos señalan el camino. Este enseguida se torna cuesta arriba, lo cual hace, casi, que me pare. No sólo no podía correr, si no que no era capaz a dar tres pasos. Todos los que habían formado parte de la grupeta me pasaron antes de llegar de nuevo a la carretera. Y, pese a sus ánimos no tuve más remedio que darme un respiro en la primera sombra que encontré.

Unos metros más adelante el trazado nos sacaba nuevamente de la carretera, para, tras una pequeña trepada, seguir por un camino, que yo no visualicé en ningún momento, adyacente a la carretera. Era un trayecto de un kilometro, con 120 metros de desnivel positivo, lo que viene a ser, poco o nada. Pero cada paso era un tormento, me faltaban las fuerzas y no sabia donde se habían ido, porque había bajado “conservando” todo el tiempo, sin asumir riesgos.

Miré el reloj, no me lo podía creer, no solo no había ganado nada, es que había per-dido todo el tiempo que tenía ganado. Veía el pueblo allí arriba, cada vez que mira-ba, parecía estar más lejos. Y me quedaban tan solo 8 minutos para estar fuera de tiempo.

Cada minuto veía como me pasaba un corredor, pero ya no analizaba nada, sólo podía pensar en llegar al corte. Me agarré las rodillas, estaba ardiendo. Bebí un úl-timo trago y me toqué la cara, helada.

Volví las manos a las rodillas, agaché la cabeza y sólo la volvería a levantar para ver la siguiente bandera del marcaje. Primero un pie, luego el otro, uno, el otro. Ahora, aquí, cuando ya no puedo apenas seguir, me acuerdo del mantra. Me río solo. Vuelvo a oír voces. Esta vez no las conozco, levanto la cabeza y me incorporo. Ya estoy arriba. “Venga chaval que hasta el avituallamiento es todo bajada” me dice alguien.

Me tiro por aquella rampa de hormigón como si estuviese jugando algo. Llego al avituallamiento, y me dicen que me han sobrado tres minutos. Estoy dentro, bien. ¿Bien? ¿Seguro?

Mis padres y la Bruja ;-) están justo enfrente de mi. Yo niego con la cabeza, me acerco, tiro la mochila, respiro con dificultad. El “Tiene mala cara” que dice mi padre, normalmente me hubiera servido de revulsivo para ponerme firme y demostrarle que se equivoca. Pero, hace más de una hora que sé que tiene razón. Mi madre me toca la cara y ve que estoy frío, no me dice nada. La bruja, me echa un vistazo y sabe que, esta vez, una colleja no va a servir de nada. Me tiro medio litro de agua por la nuca, y no siento nada.

Las piernas ardiendo; la cara fría, blanca; la piel seca; sed insaciable. Son signos claros de un golpe de calor, y yo no he venido a jugarme nada, la vida. MI vida, aún menos.

Uno a uno quito los imperdibles del dorsal, la chica me pregunta varias veces: “¿¿Estás seguro??” Con un nudo en la garganta le digo: “No quiero, pero tengo que parar aquí”.

Con mis padres viéndome, con mi mujer y mis amigos desplazados hasta aquí para verme, o consultando mis avances. Me retiro.


DATOS:
Prueba: TRAVESERINA PICOS de EUROPA.
Fecha: 11 de Junio de 2017.
Salida: Sotres (Casa Cipriano) 1.045 m. Altitud.
Llegada: Arenas de Cabrales 140 m. Altitud
Distancia : 44 Kms.
Desnivel: +3.010/-3.890
Tiempo máximo: 10:00 horas.

Vencedora Femenina: Soraya Gómez 6h 36m 48s
Vencedor Masculino: Ramón Fernández 5h 23m 22s

Conclusión:
Todo lo anterior me ha afectado, física y mentalmente.
Todo se entrena, no es un problema. Hay que entrenar más, o quizás, mejor.
No me sirve de nada arrepentirse, o no, de lo que hice antes o durante la carrera, no voy a buscar excusas.
Voy a tratar de buscar soluciones, porque voy a volver, para acabar lo que empecé.


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(c) Texto: Hugo Gómez Rodríguez
(c) Fotos: Begoña Díaz Álvarez

Entrevista en "Desde la Grada" de Onda Peñes

Os dejamos el audio de la entrevista que les hicieron a Toni Berges y a DAvid Fernández en "Desde la Grada" de Onda Peñes en la que se hablo de la Maratona di Roma disputada por Toni además de un repaso a su trayectoria deportiva y a la historia y situación del club.


MARATONA DI ROMA

Te lo cuentan y no te lo crees, te lo advierten y prefieres no escuchar, te piden que le tengas respeto a la distancia y prefieres hacer oídos sordos pero cuando llega el Kilómetro 33 te das cuenta de los 3 errores anteriores que has cometido. Esto es una Maratón y todo lo que te puedan contar es poco respecto a lo que luego realmente la carretera y el asfalto te va dictando a lo largo de los 42.195 metros.

Y bien, al final, tras rebasar la línea de meta es cuando, llevándome las manos a la cabeza, reparas en lo que realmente han sido estos 4 meses y medio de kilómetros, calorías, kilos por el camino y entrenamientos que nos han hecho ser finishers de mi primera Maratón en Roma. Pero vamos a desgranar poco a poco esta aventura la cual ha tenido de todo, aciertos y fallos además de machadas y errores.

El viernes tomamos camino de Roma vía Santander. Lo primero que se me viene a la cabeza es si puedo meter la cantidad ingente de geles, Push de Ringana, Hi-Gums, barritas que luego nunca tomas pero que las llevas “por si acaso”… nada, al final pasan en el equipaje de mano y llega la odisea Ryanair. Hombre, uno no es que se haya prodigado en viajes aéreos pero lo de esta compañía aérea es de traca. Pretende ser lo más y se queda en lo anterior a cutre porque podría ponerme a enumerar dificultades e inconvenientes pero solo diré lo que más me llamó la atención que fue volar durante dos horas con las rodillas pegadas al asiento de delante.

Finalizado el trayecto llega otra chuminada que … una de dos… o los españoles somos muy desconfiados o en otros países se las saben todas. Teníamos unos billetes de autobús para ir de Ciampino en autobuses de Terravisión y llegó un italiano a quitarnos los tickets y conducirnos con una terrible e irremisible convicción a un autobús de la compañía “Schiaffini” que ni siquiera sabía que existía (¿debería?) y darnos un billete de vuelta en esa misma compañía, todo ello sin una explicación lógica ni mucho menos convincente de tan ardua triquiñuela… que sí, que probablemente sea un acuerdo entre compañías de autobuses para hacer de lanzadera entre el aeropuerto y la ciudad pero, coño, que te lo digan aunque sea en “itañol”. Allí en aquel autobús mi mujer y yo mirando a los lados como preguntándonos… ¿Acabaremos en Roma? Rodeados de aproximadamente de 20 adolescentes prepúberes de un instituto de Pamplona que ojeaban graciosos una guía de Roma y de italiano fijándose en como podían pedirse un porro… En fin.

El caso es que, no me preguntéis porqué pero llegamos a Roma y nos fuimos a buscar el hotel con nuestras dotes de orientación que en mi caso son más bien escasas echamos ya demasiado tiempo en encontrar el Hotel Ivanhoe. Hubiera estado gracioso comprobar como se hubiera desenvuelto el caballero inglés en este hotel porque yo creo que no hubiera tenido sitio ni para dejar media armadura. Hotel pequeño y reducido a la mínima expresión pero que lo suple con la situación que es magnífica. Evidentemente no se puede tener todo.

Paseo nocturno por la zona del Colosseo, Piazza Venezia y Fori imperiali donde ya se respira maratón por las vallas que empiezan a delimitar la zona y el arco de Salida/Meta que preside una avenida con el tráfico ya casi cortado.

El sábado por la mañana ya fuimos a la Feria del Corredor o Marathon Village, me quedo con esta segunda denominación que le hace más acorde porque dedican un Palacio de Exposiciones a montar semejante tinglao en el que empleas 1 hora y media en recoger un dorsal y en que te den una mochila y una camiseta pero claro, compañeros, hay que recorrer una alfombra roja donde ver las últimas novedades de toooooodas las marcas de running habidas y por haber y sobre todo, el papeleo, porque papeleo hay y mucho. Lo que más me llamó la atención de todo esto fue la organización porque allí nada queda a la improvisación. Un mural inmenso donde firmar pero… ¿con qué firmar? Pues nada, unos 15 rotuladores a disposición de la gente y sin ninguna cadena o cuerda con el que evitar el robo, vamos, lo que en cualquier carrera normal pasa, ¿verdad?

Una vez cumplimentado este trámite que es de todo menos operativo fuimos a comer un plato de pasta con algo más y a descansar como marca todo manual del buen maratoniano que dice que la tarde anterior a la prueba no hay que hacer nada más que unos pequeños estiramientos o un trote de activación. Y … ¿qué pasó? Pues nada, nuestras piernas se metieron unos 18 kilómetros el sábado por la tarde para ver el Castello de Sant’Angelo, el Panteón y la Piazza Navona… muy guapo todo, guapísimo pero cada hora que iba pasando yo me iba preguntando, pero qué coño estoy haciendo.

Nos fuimos a cenar y a preparar la ropa con la que íbamos a correr. Tomé la liturgia como suelo hacer en las “grandes” citas y en lo único que me arrepiento es en la elección del pantalón que tenía que haber sido corto y ligero porque la malla larga de Wong no me ayudó sino que me perjudicó.

Y a las 7 de la mañana bajamos a desayunar. Dos cafés, toda la parafernalia habitual de geles previos y barritas y tras atravesar la puerta del Hotel nos pusimos pies a la obra para meternos en la carrera. Es en este momento donde te das cuenta de que esto es otro mundo, no se puede comparar con nada de lo hecho hasta el momento si bien es cierto que ahora que echo la vista atrás no he competido en ninguna carrera fuera de Asturias pero esto es otra historia y no tiene absolutamente nada que ver. No es que la Maratona di Roma sea una de las top mundiales y a mi entender jamás lo llegará a ser porque está muy mal organizada, tiene un desnivel que sin ser brutal es considerable y tiene 8 kilómetros de adoquines que la hacen un suplicio para las articulaciones. Si a eso añadimos que la participación es muy modesta en cuanto a figuras mundiales por la cercanía de París a la semana siguiente y que se gana en 2 horas 8 minutos es imposible que recupere la Gold Label que tuvo antaño, luego el caos se apodera de todo lo que la rodea lo cual la hace inimitable.

En la salida me encuentro con un chico de Avilés con la camiseta de la Selección Asturiana, José Carlos con el cual me hago la foto de rigor y nos disponemos a tomar parte en “La Garone”. En el momento de traspasar la línea de salida me doy cuenta que ese era el día, ese era el momento donde la carretera me iba a poner en mi sitio, en el sitio que me corresponde y en el lugar para el cual he luchado durante 18 semanas, la línea de meta en algo más de 4 horas.

Empieza a llover. Son las 8:51 de la mañana del domingo, el día anterior hemos pateado cerca de 20 kilómetros, no llevo chubasquero y empieza a enfriar… ¿qué puede ir peor? Nada, hay que superarse. Comienzo con un trote llevadero sobrepasando ampliamente los 6 minutos el kilómetro y es que es imposible correr, no dispones de un espacio lo suficientemente amplio como para poder avanzar con soltura. El color de mi dorsal, naranja, hace que ahí confluyan personas de todas las nacionalidades imaginables pero sobre todo sin marca acreditada y casi todas debutando en la distancia o con pocas experiencias. Decíamos que era otro mundo, ¿no? Pues eso.

Hay una señora de cierta edad que corre botando dos balones de baloncesto, un grupo que se denominan “I Assustatori” que se dedican a dar sustos a público y corredores, un paisano que va metido en la cabeza de una raqueta de tenis y un equipo que tiene una vestimenta como un traje de sevillanas… todo esto, entre mucha fosforescencia y otras extravagancias.

Salimos, el caso es que nos ponemos en marcha y empiezan las buenas sensaciones, me encuentro muy bien y los primeros kilómetros van pasando de una manera fácil y sencilla sin ningún sobresalto más allá de los cambios de asfalto, adoquín, asfalto, adoquín suelto, agua, charco, algo que se estaba haciendo habitual. Paso el 10.000 en 1 hora y 2, lo cual ya me indica que hay que olvidarse de la marca e intentar disfrutar.

Al paso por el 13 que es la vuelta por el Circo Mássimo me encuentro con Susana que lleva una mojadura de órdago por la lluvia y la cual me hace unas cuantas fotos para inmortalizar el momento. Aquí me empiezo a recuperar y mis ritmos van mejorando, hay kilómetros que bajan de 6 minutos pero sigue siendo imposible correr fluido. Aquí y a poco de llegar a la Media Maratón se produce algo que me resultó muy curioso y es que gente que pasas, te vuelve a pasar en el 5, la rebasas en el 8, te vuelve a pasar otra vez en el 12 y así sucesivamente hasta casi el final.

Llegamos a la Media Maratón pero antes tenemos el paso por el Vaticano donde es imposible mirar al suelo. El escenario es imponente y es cuando se ve el mayor número de gente en las aceras … “Vai, Vai” “Forzaaa, Forzaaa” “Bravi… Bravi”… En la mitad hacemos más de 2 horas con lo que si alguna vez hubo objetivo de irnos por debajo de 4 horas esto queda totalmente enterrado. En ese arco observo un montón de gente a los lados que se han retirado cumplimentando los 21.097, imagino que son atletas locales que han decidido hacer Media.

Es el punto final de las sensaciones. Se acabó el disfrutar y pasamos a las orillas del Tíber y a la zona del estadio olímpico. La parte más fea de la carrera y cuando empieza a llover más fuerte. Ya empiezan los kilómetros a pesar y es el momento del 30. Todo lo que se lee del muro es cierto, se puede leer y releer pero hasta que no estás dentro no lo sientes. Sí que es cierto que en ningún momento de la prueba pensé en abandonar, ni mucho menos porque nunca tuve sentimiento de echar el pie a la acera y desistir pero ese sentimiento del muro lo viví de pleno.

A la vuelta a la civilización de la Vía del Corso, Piazza del Poppolo y últimos 3 kilómetros arrecia la lluvia y vuelve el adoquín. El avituallamiento del 35 es una especie de barra de bar con historias de todo tipo y gente sentada en la acera con evidentes gestos de dolor. Estos 5 kilómetros del 35 al 40 son un momento de recuperación. El objetivo está cerca y eso me rehace. Llueve y mucho pero es cuando me emociono y veo el arco de meta a la vuelta del 41.

Y ya solo queda la meta. Aquí ya me invade un sentimiento indescriptible, un momento de acordarse de todos, una satisfacción que no se puede explicar con palabras y algo que hay que vivir. En muchas ocasiones he dicho que si yo puedo hacerlo, cualquiera es capaz pero en este tipo de carreras me parece que si no tienes una base deportiva, una base atlética y una preparación adecuada quizás no seas capaz de completar la carrera. Es posible que tomes parte, que salgas y rellenes 42.195 metros corriendo, andando o arrastrándote pero si no tienes todo eso que digo puede que no salgas de la misma manera que lo he hecho yo. Impossible is nothing, vale, pero no a todos nos pasa igual.

La zona de meta es una especie de morgue. Son las 2 de la tarde, hace 5 horas que ha comenzado la carrera y llueve con mucha intensidad. El reguero de personas tiradas en el suelo tiritando, haciendo cola para una bolsa, caminando con dificultad de un lado a otro con una amalgama de nacionalidades inmensa y sin saber a ciencia cierta porqué le da a la Maratona di Roma ese puntito de épica que quizás no tuvieron las 4 horas y 29 minutos que me han llevado completar la carrera sin ninguna molestia más que la propia carga y unos adoquines que me han cercenado la rodilla derecha.

La medalla no me la pueden grabar … “Caduto sistema” dice una persona detrás de una caseta donde nos agolpamos personas que apenas nos mantenemos en pie y que hemos pagado 9 Euros para que nos pongan nuestro nombre y nuestra “marca”. Es incomprensible como puede suceder esto. Pues después de 1 hora y media tengo que recoger una medalla vacía que probablemente no fuera la que me dio una chica que se llamaba Paola y a la cual después de darle un “baccio” no volveré a ver en mi vida. Paradojas de la vida y del atletismo. A este respecto me viene a la cabeza la gente que vende la medalla que le dan por ser finisher de una Maratón. De verdad… no lo entiendo y es que quizás haya alguien que sí pero no me cabe en la cabeza. Esa frase “caduto sistema” es como una daga que te atraviesa, hombre, no voy a decir el corazón pero sí un dedo del pie por lo menos.

Y esto ha sido el relato que pone punto final a toda esta preparación del mayor reto deportivo de mi vida y que me quedará prendado durante muchos años con las experiencias perennes e imborrables, con las vivencias de un fin de semana que de 4 días en Roma va a llover durante 4 horas, curiosamente de 9 a 13 del domingo de la carrera, con los recuerdos de toda la gente que apoyó desde muchos puntos de España y que rebuscó “livescores” de mi carrera.

Llega el capítulo de los agradecimientos y es una faena porque seguramente habrá gente de la que me olvide nombrar pero que puso su granito de arena y apoyó pero creo que hubo personas que pusieron algo más que un granito.

En primer lugar a mi familia encabezada por mi mujer, Susana que soportó durante 4 meses y medio la terapia del running y que aguantó mi última semana antes de subirnos al avión que fue de todo menos fácil. A mi hijo Pelayo que desde Gijón no sabía como pedirle a sus abuelos que le enseñaran donde estaba corriendo su Papá y que cuando iba a llegar. Y al resto, mi hermano, mis padres y todos los demás que llevados por la emoción llegaron incluso a darme por vencedor… Gracias.

A mi equipo y a sus componentes que apoyaron desde el día 1 de la Semana 1 y con los que pude compartir la primera experiencia internacional de los Xixón Runners y más después de la bomba soltada a 3 semanas de la carrera en un momento que resquebrajó los cimientos. David, Sergi, Paula, Luis, Charly, Cristóbal, Cefe, Hugo y Begoña, … y a todos los demás pero aquí me vais a permitir que si tuviera que elegir a alguien que llevara la bandera del equipo en un hipotético desfile, ese sería Chus.

A Marcos Peón al que le debo gran parte del éxito deportivo por todo lo que me ha aportado durante 3 años y los que quedan. Por saber frenarme en el momento que me quise soltar, por saber aleccionarme, por saber elegir el momento, por volcarse y comprometerse pero sobre todo por hacerme ver que esto es atletismo y sobre todo, deporte. Que sin base deportiva no se va a ninguna parte. A él, a su mujer Marta, a todos los miembros del grupo Runmarc y atletas del Uni… Gracias.

A Jorge Martínez, de Psicodep del Grupo Covadonga por abrirme la puerta y ya de paso los ojos a que todo lo que pasaba durante la preparación era hasta cierto punto normal y darme las pautas necesarias para llegar al éxito. Muchas veces nos duele una rodilla y vamos al fisio o al médico, pero cuando no nos duele nada y necesitamos un empujón acudimos a gente como Jorge… Gracias.

A Marta Díaz por demostrarme que en hora y media con un té rojo y una Coca cola puedes decir cosas que pueden ayudar a alguien a olvidarse de lo malo y aprender a vivir tu momento como único y personal… Gracias por hacer acordarme de tus palabras.

A amigos como Dani Cuervo (Tierras Pésicas), Pablo Lorenzo, Alejandro Méndez, Quico Sánchez y José Pañeda, Nico de las Heras, Fabián Iglesias, Juanma Santiago, la gente del turno de trabajo por todos los ánimos, mensajes, muestras de apoyo y preocupación y también por servirme de espejo en muchas ocasiones… Gracias.

A otros amigos como Pablo Tarasecas, Quique Méndez, Buján, Raúl Bengoa, Miguel Moro, Dani Rosete, Rubén Lugones, Javi Roza porque siendo mucho más rápidos que yo tuvieron a bien en algún momento compartir momentos de asfalto conmigo y acompañarme. Y también porque sé que muchos se alegraron un montón de mi logro… Gracias.

A todos los que habéis seguido mi blog con mis prácticas y relatos y me lo habéis hecho saber con vuestros mensajes en redes sociales o con un simple “Me gusta” y también a dos personas como son Pablo Manjón y Juan Ramón Alonso que estuvieron con Susana y conmigo en Roma todo el fin de semana y que nos veremos en la Media de Gijón.

Grazie a tutti, Grazie Roma !!

Más info y fotos aquí.

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Texto: Toni Berges
Fotos: © Toni Berges








Crema de Apio


Ingredientes:

1 Cebolla
1 Apio
1 Puñado de anacardos
1 ramo de perejil o Cilantro
1/2 pastilla de caldo vegetal
Leche de coco (de lata)
2 dientes de ajo
Aceite de Oliva Virgen

Preparación:

Picar la cebolla, el apio y el ajo.



Pochar la cebolla en una pota o sartén alta con un chorrito de AOVE,


Añadir el apio picado (antes de picarlo es recomendable quitarle los hilos que tiene partiéndolo un poco con la mano y tirando)

Añade también el cilantro o perejil, el ajo y los anacardos.


Añade la leche de coco al gusto, según quieras mas o menos liquida la crema (yo suelo poner 1/2 lata mas o menos, ten cuidado al echarla por que si está solida y la sacas con cuchara, suele haber una parte liquida por el medio de agua de coco y te puedes mojar, lo digo por experiencia ;D )



Añadir finalmente el caldo vegetal y dejar hacerse unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.


Pasado ese tiempo se quita del fuego y se bate todo bien fino y está listo para tomar.



Si te ha quedado muy liquido le puedes añadir levadura nutricional, con respecto a la sal, como el caldo vegetal ya lleva y los anacardos son salados, yo no le suelo poner más, pero pruébalo antes de terminar de batirlo por si quieres añadir un poco…


© Begoña Díaz Álvarez

martes, 28 de marzo de 2017

Xixón Runners

En "Xixón Runners" hay cabida para caminantes, trotones, atletas, corredores..., en definitiva, para cualquier persona a la que le guste el running. ¡¡Si te gusta correr.... este es tu equipo!!

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