El trail del Sueve-"La pisada del diantre " tuvo lugar el pasado 5 abril pero comienzo su preparación unos días antes gracias a la motivación de un compañero de andaduras "El Is". Sus palabras eran motivadoras al máximo “no llegas en el tiempo límite ni de coñá” y “bla, bla, bla…”. El objetivo estaba marcado "acabarla con un tiempo aceptable".
La carrera parecía durilla con 29 kilómetros y más de 3.000 metros de desnivel acumulado, por lo que decidí tomármelo más en serio de lo habitual, desayunando un café con sus 2 pastelitos de chocolate y un plátano. Ya estaba listo para lo que me echaran.
Nada más llegar a Lastres cojo mi dorsal, entrego mi mochila en el guardarropa para después de la carrera y fui a tomar algo hasta las 09:45, hora en la que uno de los encargados de la organización nos explica el recorrido y nos dice que iremos de forma controlada hasta la salida.
Empiza el tema, me coloco estratégicamente, de los 10 últimos, jajaja.
La carrera la dividí en 4 partes bien diferenciadas:
1. Unos 9 km en principio fáciles y rápidos sobre el papel. Luego no fueron tan rápidos, ni tan fáciles debido a pedreros resbaladizos, arena, algo de escalada, cruzar un par de ríos y lo peor de todo, un viento que siempre fue en contra que hacía difícil rodar cómodo.
2. 9 km de subida, con varios km con desniveles muy pronunciados, coronando después de 2:35 de carrera, cumpliendo mis objetivos para estas partes, respiro y... a por la siguiente parte.
3. 5km de bajada. Esta parte fue la peor y más complicada de toda la carrera, donde las bajadas con más de 300 m/km de desnivel por praderas y caminos con piedras irregulares, donde cada paso era jugarse un poco los dientes. A los 3 km mis piernas iban al límite debido a esas bajadas y a mi peso pues no soy una plumilla, optando por bajar el ritmo drásticamente para no romperme y medio pensando en acabar sin sufrir calambres, ni tirones.
4. Los 6 últimos km, un terreno de subidas y bajadas con bastante barro en algunos tramos. En esta parte ya iba sin piernas por lo que correr costaba y se hacía duro pero tire de... Y en un poco, bueno bastante, ya vi la recta final donde ya no dolía nada (mentira dolía todo) pera objetivo cumplido y pensando en la próxima donde iremos más xabalinos y no tendré que hacer redacciones ni crónicas, jajaja.
La organización le pondría un 9,5:
- Señalización recorrido está bien, siempre tenías visible como mínimo un par de señalizadores, haciendo imposible perderse.
- Voluntarios increíble animando y apoyando en todo.
- Avituallamientos bien surtidos de bebida y comida.
- Recorrido espectacular.
- Hay que reseñar esos 10 masajistas para dar un masaje a todos los participantes, muy bueno el masaje, sin prisa y bien.
- La cesta del corredores ensalada de pasta, lacón, manzana, chocolatina, agua, bisolan, gorra y braga (yo prefiero que den otras cosas que siempre camisetas que tengo tropecientas).
*No les puse el 10 porque el vestuario con las duchas estaba a un kilómetro o mas y después de correr pues se hace largo mas con ese viento.
En definitiva volveré y espero me acompañe ese “Is” (gracias por animar en la carrera ) y el resto de xabalinos.
Texto: José Ceferino Victorero
Fotos: © Carreras Asturias
