Y por fín llegó una de las citas con mayores espectativas del verano para los xabalinos de Xixón Runners: El VI trail Valgrande-Pajares.
Toda esta historia empezó cuando la organización de la carrera ofrece un cencerro personalizado a los equipos que obtuvieran el mayor número de votos en una popular red social. Dos miembros del equipo ya estábamos apuntados a esta carrera (al final se nos uniría Fran, el tercer valiente) y vimos claro que uno de los cencerros tenia que ser nuestro si o si. Despues de dar mucho la lata a contactos, amigos, vecinos, familiares ... ya era "nuestro".Gracias de verdad a todos los que nos echasteis una mano.
Los días previos a la carrera transcurren basicamente vigilando la previsión meteorológica, mirando y remirando el perfil de la prueba (si es que ya en el papel daba miedo) y estudiando la estrategia de carrera. Desafortunadamente las previsiones no eran nada halagüeñas y daban agua, frío y nieve en los puntos más altos.. Tocaba abrigrarse, recomendación que nos llegaba al correo de parte de la organización.
Ya el domingo bien tempranito nos ponemos rumbo al Brañilín Cefe, Fran y servidor (Isma). Aparcamos,abrimos la puerta y primera sorpresita del día. La temperatura eran invernales y lo único que se veían eran caras de sueño y frio. Vamos al bar para entrar en calor, cogemos dorsales, el cencerro y pronto nos reunimos con Campomanes y Sergi, miembros del equipo que habían ido a animarnos. Tenéis mucho mérito, chavales, que se que pasasteis mucho frío.
Sin tiempo para más nos abrigamos como si fuéramos a subir el Everest y partimos hacia la salida. Por despiste nos colocamos en primera linea y arrancamos. Fran sale fuerte y con ganas, Cefe con la incógnita de su rendimiento ya que el día antes habia estado de bodorrio y yo ( conservando y sin prisa que esto es muy largo). La cosa empieza bien, terreno favorable, cómodo y la gente fresca cual lechugas. Pronto iba a acabarse el buen rollo ya que empezabamos el ascenso por las pistas de sky de la estación y allí Campomanes y Sergi nos graban, sacan fotos y animan a tope. Empezamos a subir con un fuerte viento en contra y un frío que pelaba. Empiezan a oírse los primeros resoplidos entre los corredores pero no toca lamentarse: pasitos pequeños, no mirar mucho la cuesta y para arriba. El primer gran escollo del día es la subida a Celleros que subimos a ritmo constante, luego tocaba la cuesta del trito,VAMOSSS (la verdad es que impresionaba mirar hacia arriba y ver lo que había que subir), coronamos el Cueto Negro. Primer tramo realizado con éxito.Comenzamos a descender a un ritmo constante y mantengo la posición disfrutando del paisaje y con mucha confianza. aquí ya estaba yo sólo ya que Cefe había tirado y Fran estaba atrás peleando a tope y haciendo un esfuerzo encomiable. Los numerosos avituallamientos y los ánimos de todos los voluntarios colocados prácticamente en el final de todas las cuestas importantes de la carrera hicieron que los corredores nos sintiéramos arropados, seguros y animados. Sigo haciendo kilómetros y me voy entreteniendo intentando borrar de mi memoria la línea de villancico que se me ha pegado y mi cabeza repite en bucle una y otra vez martilleándome durante casi la última hora. Ya "sólo" queda subir y bajar las Tres Marías, atravesar el precioso bosque de Arbás, subir al Cueto Negro "otra vez" esta vez por el temido muro donde unos 20 valientes esperaban con sus cencerros y gritos de ánimo que la verdad lo hacían todo más fácil. Ver allí otra vez a Campomanes que subió conmigo los últimos y durísimos metros, me dio la fuerza que necesitaba. Me acompaña hasta el avituallamiento y me hace un apaño con la goma del playero que se me había roto y previamente un voluntario me había encintado sin mucho éxito pero con toda la buena intención del mundo. Le pregunto que hora es y no me la quiere decir. Sólo me quedan un par de kilómetros de bajada. Está hecha, vencí a la temida Pajares y pienso que no tiene ningún sentido arriesgar en la bajada y fastidiar el gran trabajo realizado, bajo con calma y empiezo a oír al gran speaker Rubén Nembra animando a todos los que entran a meta, sigo, sigo y ahí está el arco de meta. Objetivo logrado, todos los fantasmas de pájaras, desfallecimientos, caidas, peligros, cuestas interminables... se desvanecen. Toca reponer fuerzas con un trozo de empanada que me supo a gloria, bebidas isotónicas, felicitaciones y saludos. Me reuno con Cefe y al rato aparece Fran que entra en meta al son del éxito del verano " caballito de palo" ( si es que hay que ser c... , jejejejeje). Que grandes, que bien lo hicimos y que carrerón nos marcamos.
Los ganadores de la prueba fueron en la prueba de 10 kilómetros Carlos Llerandi y Mónica Llera
y en la de 21 kilómetros Raul Cámara y Beatriz Real.
Para
finalizar esta crónica me gustaría dejar dos reflexiones personales
como amante de la naturaleza y aficionado a las carreras por montaña. No
es un mensaje nuevo e incluso podría parecer hiriente para algunos. Los
corredores y el público en general somos los responsables de ocasionar
el mínimo impacto en el entorno en el que corremos. El único recuerdo que
debemos dejar es el de nuestras huellas y el que nos brinda el paisaje.
El monte no se ensucia, los papeles de los geles se meten en el bolso
que no pesan tanto. Hagamos por favor entre todos que estas carreras
sean sostenibles. Nadie por muy voluntario o miembro de la organización
que sea tiene que recoger lo que otras personas tiran. Estoy seguro que
a una amplia mayoría de los corredores no le importaría que en el
reglamento de las carreras se incluyera una norma que expulsara a
cualquier participante que no tire los residuos que genere.
Mil
gracias a todos los que hicisteis posible esta carrera, participasteis
haciendo fotos, videos o fuisteis a dejaros allí la voz. Vosotros si
que sois unos titanes. Nos vemos en la próxima.
Texto: Ismael Fernández
Fotos. Tano González , Sergio Ramos, Alejandro Campomanes