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- Crónica Cayon Trail 2015
El sábado 29 de marzo de 2015 pasará a formar parte de mi historia personal como el día que hice mi primer trail oficial.
Desde que desperté por la mañana ya llevaba en mente que la carrera resultaría dura, nada que ver con lo que yo había hecho hasta ahora.
Se empezaron a intercambiar los primeros wasaps con ánimos y recomendaciones, siempre con el objetivo de motivar... pronto llegó la hora de comer y tal y como había recomendado el xabalí jefe la comida sería pasta.
Nada más terminar de comer comencé a vestirme y preparar la mochila ... 20 minutos más tarde ya me encontraba en el coche de Luis camino de infiesto con checa y campomanes como compañeros.
Llegamos a infiesto aparcamos a la primera nos fuimos a por los dorsales y a continuación al bar más cercano.
Selfies, cafés, comentarios y últimas recomendaciones sobre la carrera que estaba a punto de comenzar. Última puesta a punto y nos dirigimos a la salida.
Primera cuesta nada más arrancar, corta pero pronunciada que servíria de presentación para lo que nos aguardaba.
Checa tomó la delantera desde el principio y en 15 minutos ya le había perdido de vista. Durante algo más de 3 kilómetros fue todo prados, barro y piedras y eso fue lo fácil porque a continuación comenzaba lo que para mi fue el tramo más duro de la carrera, porque por muy mentalizado que estuviera con la dureza de este trail no había llegado a imaginar lo difícil que se me haría el tener que subir casi 4 kilómetros de taluces llenos de obstáculos.
Este fue el momento en el que perdí también de vista a Luis y a Campomanes, ya que este tramo lo decidí hacer con calma y paciencia para no desesperar ni frustrarme. Cuando llevaba aproximadamente la mitad de la subida, ya tenía encima un agotamiento considerable tanto físico como mental, apareció de pronto ante mi en un pequeño rellano, el xabalí jefe (Alejandro Campomanes), que me devolvería las fuerzas con sus ánimos y consejos y se convertiría desde ese momento y hasta el final de la carrera en mi ángel de la guarda.
Desde ese momento las cosas mejoraron algo para mi y con las fuerzas que papá xabalí me había transmitido conseguí encumbrar el monte Cayon y llegar al avituallamiento donde dos pintorescos ancianitos nos llenaron medio vaso de agua fresca. A partir de aquí comenzaba lo que sería la bajada hasta el pueblo.
Comencé el descenso siempre en compañía del xabalí jefe y aunque ésta sería la parte más asequible de la carrera para nada fue un paseo. Troncos caídos, pedruscos y arroyos hubo que sortear durante 5km hasta llegar al pie del monte Cayon, donde lleno de barro hasta las rodillas me adentré en compañía de mi ángel custodio por las calles del pueblo camino de la plaza donde esperaba la meta.
Cabe destacar de ésta carrera que me gustó mucho, hubo un gran compañerismo no sólo con los participantes que nos rodeaban sino entre nosotros y por supuesto tengo que darle mil millones de gracias a Alejandro Campomanes por estar ahí y al cual le ofrecí mi bien más preciado como agradecimiento aunque lo haya rechazado (Cara guiñando un ojo).
Tengo que reconocer que este sábado aprendí muchas cosas, adquirí muchísima experiencia, pero sobretodo me sentí enormemente orgulloso no solo de pertenecer a Xixón Runners, sino de tener unos compañeros de equipo tan impresionantes como vosotros.
Y así termino, dandoos las gracias a todos, ¡¡PUXA XIXON RUNNERS!!
Texto: Sergio Ramos
Fotos: © Carmen Suárez Corujo, Pedro Pablo Heres, Tano González García
Grande presi!!!
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