El pasado domingo día 17 de mayo se celebró en el entorno de Tuña (Tinéu) la Primera Edición del Trail Cuarto de la Riera que organizado por el Club Mueve-T contaba con la colaboración del Ayuntamiento de Tinéu. Dividido en dos pruebas, la “grande” de 37 kilómetros con 5.400 metros de desnivel y la “corta” de 12 kms con 1.700.
Una prueba “maldita” a la que los corredores dieron la espalda desde el momento de su publicación y que apenas contó con unos 80 participantes lo cual queda a todas luces como una participación paupérrima e inversamente proporcional a la calidad, belleza y esfuerzo de sus organizadores por echarla para adelante.
Con todos estos predicamentos y encuadrada dentro de la preparación al Gran Reto del Desafío Balmori del último domingo de junio me planté en Tuña una hora antes de las 11:00 para afrontar esta carrera en la que tenía la intención de realizar dos cosas:
.- Subir bien y no cansar
.- Terminar con buenas sensaciones.
La primera se cumplió a medias ya que a mi entender empleé más tiempo del que hubiera sido necesario y deportivamente hablando los kilómetros iban haciéndose cuartos de hora, lo cual deja bien a las claras que bien, lo que se dice bien, pues no. Siempre quedará la duda de bastones sí, bastones no. La segunda se cumplió de sobra, lo cual estimo que es lo más importante porque en Balmori quedarán 20 kilómetros más.
Vamos a la prueba que es lo que nos ocupa. La “corta” en este caso. Se sale de una altura de 250 metros, en la Plaza de Tuña hacia el Dolmen de Merillés, punto de máxima dificultad… como apunte “cultureta” diremos que un dolmen es una construcción consistente por lo general en varias losas hincadas en la tierra en posición vertical y una losa de cubierta apoyada sobre ellas en posición horizontal.
Continua subida en terreno montañoso alternado con asfalto y que tiene desniveles muy apreciables en tanto en cuanto se pasa de 250 a 836 metros en solo 4 kilómetros.
Desde ese punto se inicia un recorrido de aproximadamente 2 kilómetros en la zona de más belleza de la carrera… se puede apreciar todo el valle de Tuña con sus laderas y caminos por donde transcurría la carrera “larga”. Zona para recuperar de la subida y acometer la bajada.
Buena bajada de 2-3 kilómetros aunque en terreno irregular y en el que las piernas en este caso pidieron “contener de cuádriceps” en vez de lanzarse sabiendo lo que venía a continuación que era otra subida con un desnivel considerable de 300 a 500 metros en apenas 1 kilómetro.
A partir de ahí camino a meta por asfalto y llegada en un tiempo razonable en cuanto al cometido de la carrera pero malísimo deportivamente hablando… 2:06.
Buenísima organización de la prueba por parte del Club Mueve-t que obsequió a los participantes con una espectacular espicha y con Rubén Álvarez ganando la prueba grande con 3 horas largas casi 4 y del sub-23 Carlos Sánchez Castro con 1:08:38 en la “corta”.
Desde aquí lamentar el “vacío” por parte de los corredores habituales de carreras de este tipo que aun coincidiendo con el Ultra y el Trail de Picos de Europa dieron la espalda a esta preciosa carrera y que a buen seguro la pondremos en verde en el calendario 2016.
Texto: Toni Berges.
Fotos: © Daniel Feito Fotografía
